Solari debuta ante el Melilla
El argentino afronta la transición en el Real Madrid con un caramelo envenenado Su misión es reflotar a su equipo en una competición desdeñada por los blancos.
ÓSCAR BELLOT | MADRID
Convocado de urgencia mientras el club firmaba con saña el epitafio de Lopetegui y con marchamo de interino a menos que los resultados y las dificultades para encontrar un técnico de acreditado prestigio y mayor experiencia muten los planes de la directiva, Santiago Solari afronta en Melilla (19.30 horas/beIN Sports) su primera reválida como entrenador del Real Madrid. Pletórico de ilusión pero con un arduo trabajo por delante para enderezar la situación de un equipo sumido en una espiral tremendamente destructiva de juego y sensaciones, con declaraciones cruzadas de futbolistas, avisos preventivos del vestuario a la zona noble y una mortecina imagen que adquirió su grado sumo en el anodino primer tiempo del Camp Nou, el rosarino debuta en dieciseisavos de final de la Copa del Rey frente a un rival a priori propicio para comenzar a paliar la crisis pero avisado por precedentes como los del Real Unión de Irún o el Alcorcón, sin olvidar los pírricos pases ante Fuenlabrada y Numancia el pasado curso, de los riesgos que entraña minusvalorar a cualquier adversario en una competición desdeñada desde hace años por una entidad que sólo la ha cortejado con pasión en un par de ocasiones durante el último decenio.
Un caramelo potencialmente envenenado aguarda a los blancos en el Municipal Alvarez Claro, donde el Melilla, segundo clasificado del Grupo IV de Segunda B, se encomendará a la fuerza de una hinchada enfervorizada por la inédita visita de un rival de tanto tronío para intentar dar la campanada y extender la mayúscula crisis, como ya hicieron antes CSKA, Alavés o Levante, que amenaza con cercenar de raíz las esperanzas del trece veces campeón de Europa de alzar un título de relumbrón en este curso en el que luce por ahora una insólita mediocridad.
Adiós de Antolín Gonzalo
Antolín Gonzalo, exentrenador del Huracán Z y miembro del cuerpo técnico que Julen Lopetegui se llevó de la selección española al Real Madrid, se despidió del club blanco en las redes sociales, tras ser destituido este lunes, y pidió «perdón a la afición» madridista.