El Atlético Astorga gana con Amor
Dos goles del atacante maragato acaban con la resistencia de La Bañeza en el derbi El conjunto local fue un justo vencedor al mostrarse más ambicioso.
Javi Amor se erigió en el gran protagonista del partido al materializar los dos goles. FERNANDO OTERO
ROBERTO ARIAS | ASTORGA
El Atlético Astorga se impuso (2-0) a La Bañeza con total justicia en un derbi que tuvo en Javi Amor a su gran protagonista al materializar los dos goles del equipo maragato, que premió la mayor ambición y presencia de los locales en el área rival y castigó la racanería visitante, sobre todo en los primeros cuarenta y cinco minutos, y es que el conjunto morado, a pesar de alguna llegada con peligro prácticamente a través de jugadas de estrategia prácticamente no remató ninguna vez entre los tres palos de la meta defendida por Juan Berlana a lo largo del partido.
Sin embargo, el primer escarceo tuvo color visitante, aunque ninguno de sus jugadores llegó a rematar un centro lateral con motivo del lanzamiento de un libre directo.
Tras este espejismo el Atlético Astorga tomó las riendas del derbi y empezó a merodear con peligro el portal defendido por Sánchez, logrando Javi Amor abrir el marcador al aprovecharse de un error defensivo de Sergi para fusilar a Sánchez sobre la línea de meta. Era el 1-0 cuando se cumplía el minuto 24.
Con el resultado a favor los locales disfrutaron de sus mejores minutos estando a un paso de aumentar su ventaja antes del descanso pero Mateo sacó bajo los palos el remate de Marcos en el minuto 42, llegándose al intermedio con la exigua ventaja del conjunto verde.
Tras el paso por vestuarios todo siguió igual, dando un paso adelante el conjunto morado buscando la igualada, siendo de nuevo Javi Amor el cercenar todas sus posibilidades al rematar con una soberbia volea un centro desde la derecha del ataque local ante el que nada pudo hacer el cancerbero Sánchez, colocando el 2-0 en el luminoso cuando se cumplía el minuto 50.
Este segundo gol fue un mazazo para los bañezanos que quedaron completamente desconcertados y aunque trataron de estirarse nunca llegaron a dar sensación de peligo.