Diario de León

CURLING | CAMPEONATO DE EUROPA

A un suspiro de las semifinales

Edu de Paz vive una jornada agridulce con España que se salda con un triunfo frente a Turquía pero sin la opción de acceder a los cruces El ascenso al grupo A deberá esperar.

De Paz en uno de los partidos de España en el Europeo B que se celebra en Tallín. WORLDCURLING

De Paz en uno de los partidos de España en el Europeo B que se celebra en Tallín. WORLDCURLING

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MIGUEL ÁNGEL TRANCA | LEÓN

Eduardo de Paz y sus compañeros de selección tendrán que esperar a la próxima edición del Europeo B para intentar hacerse un hueco en la máxima categoría de curling continental. Ni la victoria en la última jornada en la fase de grupos por un amplio 9-5 frente a Turquía ni el hecho de acabar con el mismo bagaje que el segundo clasificado, Estonia, impedían que el objetivo del leonés el resto de integrantes del Txuri Berri (Vez, Unanue, De Mollinedo y García) se quedara encallado en la última jornada de la competición.

Siete centímetros en el LastDrawShot (antes de cada partido se tiran dos piedras al centro y se apuntan las distancias con todas haciendo una media que es lo que se mira en caso de empate) impedían a De Paz y España el fase a las eliminatorias. Y eso que con un bagaje de cinco triunfos y dos derrotas el plantel se presentaba como el segundo en cuanto a porcentaje. Pero en el desempate la situación se iba a tornar adversa en un último día de competición que hasta casi el final tenía al leonés y sus compañeros en la siguiente ronda.

Seguros de su superioridad frente a Turquía los españoles tenían asegurado un triunfo que a pesar de la resistencia de su oponente en las primeras entradas se iba allanando hasta dejar el marcador en un 9-5. La primera parte del trabajo estaba hecha. Pero faltaba que alguno de los dos rivales con los que estaban empatados fallara. Y hasta casi el final Letonia estuvo fuera ya que cedía por 4-7 a falta de tres entradas. Pero una reacción de los anfitriones frente a Eslovaquia los llevaba a hacerse con la victoria. Una bala estaba perdida aunque quedaba una más, la de Estonia que a pesar de firmar un envite ajustado ante Francia al final se salía con la suya dejando al leonés y el resto de internacionales españoles con la miel en los labios.

Sus cinco partidos saldados con acierto no bastaron para aspirar no sólo al podio, también a un título al que por calidad y resultados partían como uno de los grandes favoritos.

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