Luisma Villa y la SD Ponferradina acuerdan la salida del futbolista

Unos vienen y otros se van. Era cuestión de días que el club diese oficialidad a una salida que estaba en la mayoría de las quinielas y que ya se dio por descontada desde del mismo momento en el que teniendo carencia de efectivos, Bolo dejó fuera de la convocatoria para el duelo de Fuenlabrada a Luisma Villa.

No ha tenido suerte el cántabro desde que llegó a la Ponferradina. Las lesiones le persiguieron desde aquel partido de pretemporada en Bembibre y ya nunca volvió a ser él. En O Barco de Valdeorras había dejado impronta de su clase y de lo que le podría dar al conjunto berciano, pero lo cierto es que tardó en recuperarse y cuando lo hizo, el tren estaba en marcha a velocidad de crucero y no fue capaz de cogerlo.

Decía Bolo hace la pasada semana que estos son los momentos ingratos del fútbol, pero que había que tomar decisiones mirando por el bien del equipo. Hay que recordar que Villa fue una apuesta de Bolo, que lo tuvo a sus órdenes en el Arenas Club y estaba llamado a ser una de las piezas claves del engranaje blanquiazul.

«El club y el futbolista han acordado la rescisión del contrato que les vinculaba hasta el final de la presente temporada. Esta decisión ha llegado de forma consensuada y a iniciativa de ambas partes. La SDP agradece el trabajo y la actitud del jugador durante su etapa en la entidad. Igualmente, le transmite sus deseos del mayor éxito tanto en los próximos retos de su carrera deportiva como en lo personal», apunta el club en una nota de prensa.