Una temporada en clave positiva

La temporada de caza menor en León bajó el telón el pasado 27 de enero. Y lo hizo con un balance con cifras y sensaciones más positivas que en los últimos ejercicios aunque también mostrando cifras dispares según las zonas elegidas por los cazadores y también el tipo de especie.

En el caso de la liebre la situación ha sido un poco más favorable aunque también ha mostrado notables variaciones destacando en zonas de maíz aunque en otras su presencia ha sido escasa por lo que la valoración, aunque positiva, no es la que se esperaba en un primer momento. La palabra ‘mejorable’ define de una manera precisa el bagaje de la campaña aunque sin duda alguna también con números en alza que los aficionados a la caza esperan que se conviertan en tendencia para los próximos años.

En cuanto a la perdiz, en zonas como la de Sahagún arriba hacia la ribera del Cea o en los escenarios de media montaña se han visto bandos con cifras más importantes que las temporadas precedentes. La perdiz autóctona y bravía también ha destacado en esta temporada de caza menor que levantaba el telón el 28 de octubre y que lo bajaba el pasado domingo 27 de enero.

Ahora tocará determinar si esta situación es puntual o se mantiene a lo largo de los años venideros para bien de la caza.

Por lo que respecta al conejo las cifras también son aceptables tirando a buenas, destacando las zonas que en los últimos años han contado con una destacada población de este animal que mantiene dicho estatus con otras en las que su presencia se ha convertido en testimonial o en su caso bastante escasa. La pericia y experiencia de los cazadores ha sido en este apartado fundamental para que las jornadas se hayan producido de forma más que aceptable.

Todos estos datos definen a la temporada de caza menor que hace unos días bajaba el telón haya transcurrido con perspectivas algo mejores que la de campañas anteriores. Eso sí, con ciertos problemas que se buscarán solucionar para que las perspectivas sean positivas y en una tónica que se pueda trasladar a lo largo de los próximos ejercicios evitando que diferentes condicionantes marquen la pauta y se vuelva a ciclos en los que el panorama era más bien deficiente.

En cuanto al jabalí a diferencia de los últimos ejercicios la cifra parece haber decrecido presentándose una situación especial llegando en ciertos escenarios a concentrarse y con ello a dejar otros lugares con poca presencia. Aunque la situación ha mejorado en las últimas semanas aún queda tiempo para hacer balance ya que en este caso la posibilidad de cobrarse alguna pieza se prolonga hasta el 24 de febrero.

Eso sí, por lo visto hasta ahora el panorama no será muy diferente en las menos de tres semanas que quedan por delante. El tiempo será también otro factor a tener en cuenta para calificar la temporada. Tanto en la caza menor como en el caso del jabalí los números son positivos, aunque menos de lo esperado.