FÚTBOL | SEGUNDA DIVISIÓN B
«La cantera dará frutos en tres años»
La Cultural destina 300.000 euros anuales a «formar jugadores de máximo nivel» que lleguen al primer equipo Llamazares justifica las «elevadas cuotas» debido al sistema del alto rendimiento que fomenta el club
«Plantillas incompletas, futbolistas sin talento y entrenadores de bajo perfil formativo». Esa era —según recuerda Felipe Llamazares— la realidad de la cantera culturalista hace cuatro años. Una base en decadencia —espejo del primer equipo— que Aspire Academy rescató de la UVI para transformarla en un ejemplo de formación de jugadores que ya tratan de imitar clubes de todo el país. «El próximo 25 de abril nos visitará una delegación de técnicos de la federación vasca para conocer nuestro sistema de trabajo», presume el director general del conjunto leonés.
Merced a una inversión cercana a los «300.000 euros anuales» —becas y estudios adaptados al margen— la estructura actual se asienta sobre un sistema de alto rendimiento que esperan dé sus primeros frutos «en tres o cuatro años». Un plan que afecta por igual a la primera plantilla y a todas las categorías inferiores de la Cultural donde el objetivo es «formar jugadores de máximo nivel» que lleguen al primer equipo. «En 2015 ninguno de nuestros canteranos iba a la selección. Esta temporada ya ha habido nueve y otros catorce fueron preseleccionados. Además varios ya han debutado con el primer equipo», insiste el directivo. Una transformación silenciosa —y no exenta de polémica— que no hace tanto convirtió la captación de talento en una especie de guerra civil con otros clubes de León. «Vamos a por el máximo talento que hay aquí. Hicimos fichajes en los que hubo conflictos», admite el propio Llamazares. «Hoy tratamos de llevarnos bien con todos los equipos y creo que sus dirigentes entienden que los buenos jugadores tienen que estar en la Cultural».
«Nuestro perfil de entrenadores y futbolistas —prosigue— está definido. En el caso de los chicos se prioriza el equilibrio y el rendimiento académico junto al deportivo». Se busca que el jugador leonés «pueda alcanzar cotas importantes de crecimiento», añade Carlos Antoñán, director de la cantera. Pero pese al esfuerzo que están realizando en la Cultural, no todos los padres con hijos en algún equipo de las categorías inferiores están satisfechos con la política del club. Las cuotas que impone la entidad leonesa han sido uno de los grandes caballos de batalla desde que arrancó la presente temporada. Consideradas por muchos como abusivas —el propio director general lo reconoció ayer al tildarlas de «elevadas»— desde la cúpula lo justifican presumiendo de una formación «única» y de élite que incluye numerosos gastos tanto en desplazamientos, seguridad social, becas, etc. «La base le cuesta al club mucho dinero que no se cubre solo con las cuotas».
ASENTARSE EN SEGUNDA
Y aunque desde la Cultural reclaman paciencia para que los frutos sean visibles, Llamazares no se esconde a la hora de admitir que el juvenil «tiene que llegar a División de Honor cuanto antes. Nos gustaría que estuviese mejor clasificado». Sea como fuere, el enérgico trabajo con la cantera culturalista necesita, por encima de todo, verse reflejado en un primer equipo que milite —como mínimo— en Segunda División. Un objetivo prioritario para Aspire.