Distinta vara de medir
A ceptando que la crítica es inherente al fútbol, resulta llamativo como hace menos de dos meses Víctor Cea era destituido con un linchamiento global, por no cumplir con las expectativas clasificatorias y por no encontrar ese modelo de juego que enganchase a medios de comunicación y afición. Aquellas críticas estando o no de acuerdo, resultaban razonables viendo las sensaciones que daba el equipo en algunos momentos. Lo sorprendente visto desde la distancia es el cambio de criterio de aquellas mismas voces discordantes con el anterior técnico, que a día de hoy exoneran al actual entrenador, teniendo objetivamente bastantes peores números que el anterior, y sin tener un modelo de juego especialmente vistoso, ni tampoco efectivo. Si aceptables eran las críticas en su momento, la incoherencia de análisis con respecto a la actual situación, dejan sin valor a quienes parece que únicamente pretenden llevar razón. La Cultural está dotada de un brutal abanico de recursos, aún más desde las llegadas de Dioni, Javi Jiménez o Pablo, y está siendo obvio que no se está sacando rendimiento a este potencial.
Los leoneses con su estructura habitual pero faltos de automatismos ofensivos, sólo superaron a los visitantes en la primera mitad en sensaciones. Todas ellas a base de sus habituales llegadas por fuera y centros al área, que no supusieron acciones claras de gol, más allá del 1-0 que vino precedido de un fantástico desmarque de ruptura en paralelo de Ortiz, que recibió la asistencia de Sergio sobre el espacio, para batir a Molina.
El equipo salmantino supo sufrir en los momentos complicados, sobre todo en la primera parte en la que se esperaba a una Cultural que por empuje saldría muy metida y así fue. Ante eso el conjunto salmantino se intentó defender con su estructura habitual 1-4-4-2, un repliegue intensivo por momentos y un juego directo bien trabajado. A ello le sumaron un fantástico rendimiento en el balón parado, buscando casi siempre con ello acciones a lado de pie no dominante. Así su gol y el del empate definitivo ? en un saque de esquina, los leoneses que defienden con marcas individuales salvo en la corta y el primer palo, sufrieron el movimiento previo en el área de dos hombres, para que Admonio ganase por alto a su marca y empatase de cabeza.