Paciencia agotada

N i tú para mí, ni yo para ti. Ese es el rótulo que Cultural y Ponferradina llevan escrito esta temporada como compañero de viaje en su cartel anunciador. Y es que oportunidades, todas las del mundo, resultados, más de lo mismos, mediocridad total y absoluta. Mismos errores, defectos, situaciones y hasta reproducciones, la forma de resolverlo siempre es una copia de la anterior.

Todo tiene un límite, y ambas aficiones han llegado a él, lo que pudo haber sido y no fue no es ninguna justificación, y solo piden cambiar este rumbo con el abecé del fútbol, que es la victoria. A orillas del Bernesga con el estadio Reino de León por testigo, el frío es el ambiente que se palpa y más se nota, acompañado de cierta sensación de incredulidad ante la más que acuciante falta de acierto e inseguridad defensiva, que partido a partido ofrece el equipo culturalista.

Cuatro encuentros seguidos sin ganar ante rivales de diferentes posiciones, han dado como resultado un botín de cuatro puntos, con situaciones totalmente distintas a lo largo de los encuentros, pero con el mismo fruto final. Las distancias para entrar en esas posiciones de promoción se van aumentando y el conjunto de Aira va retrocediendo y perdiendo la estela de esos equipos, que van acariciando ese objetivo. Jugar bien es un buen síntoma, tener actitud es fundamental, pero saber acertar en su momento y sentenciar un encuentro es dar en el clavo, para que un error no dé al traste con el trabajo y esfuerzo de 90 minutos.

Hoy, ante el Unión Adarve, la fórmula está clara. Por tierras bercianas los síntomas no son más halagüeños que para la otra zona del Manzanal en los últimos tiempos, y es que los réditos obtenidos no han mejorado la situación, al contrario han creado más dudas. La competición es larga y pasa por diferentes fases con puntos más y menos altos, pero la suma de todos debe ser la regularidad.