La unión hace la fuerza

H ace ya unos años... y parece que fue ayer, cuando los amantes al baloncesto disfrutábamos en el Palacio de un equipo que marcó una época y con el que muchos crecimos, admirando sus gestas y aquellos protagonistas que llevaron el nombre de la ciudad de León a un lugar de referencia dentro de este deporte. Con su desaparición una parte de ese recuerdo se convirtió en nostalgia,... pero también en el deseo de que más pronto que tarde otro club pudiera seguir sus pasos. Tal vez de forma más humilde a nivel deportivo, pero manteniendo el baloncesto en un estatus que por afición León se merece. Ese deseo ha chocado en los últimos años con un obstáculo importante, la desconfianza entre unos y otros a la hora de unir esfuerzos y caminos para llegar lejos. De la ACB en su día y luego la LEB-Oro se ha pasado a la Liga EBA, la cuarta categoría, con dos equipos como el Basket León y el Agustinos... Pero nada más. Bien es cierto que cada uno está realizando una labor encomiable. Pero hace falta algo más. Un referente para que los niños y adolescentes puedan encontrar una meta, un objetivo por el que luchar dentro del baloncesto. Los años pasan y ese palpitar intenso ha ido bajando su cadencia. Aún hay tiempo pero hay que implicarse, aportar cada uno su grano de arena y a veces ceder. De lo contrario seguiremos viendo el baloncesto de élite masculino por televisión. Menos mal que en el femenino el Aros sigue llamando a la puerta de la máxima categoría.