El uso del tercer hombre
S i nos fijamos en los datos, la situación de la Cultural es aceptable. Son 50 puntos los que acumula, dentro de puestos de fase de ascenso y a sólo dos puntos del liderato.
Pero esto no deja de ser un juego en el que se debería evaluar el rendimiento, en función a los recursos que uno tiene. Y en cuanto a recursos los leoneses van servidos y sobrados con respectos a todos los equipos, no sólo de su grupo, sino de toda la Segunda B. Es difícil concebir como este equipo sigue sin ofrecer conceptos e ideas de juego palpables. Ayer de lo poco que pudimos observar, fue una única transición defensa -ataque llevada a cabo en el minuto 7 por Capilla, que tras una falta lateral mal ejecutada por el Inter, recibió el balón en el lado diestro del ataque y con un buen balón sobre el espacio, puso un fantástico centro al área para Yeray que anotara el único gol leonés. Escaso bagaje conceptual para un equipo con tanta amalgama de recursos individuales.
En cuanto a la organización estructural, el conjunto leonés no varió su plan con respecto a otros partidos, un 1-4-1-4-1, interpretable según situaciones del juego como 1-4-3-3. Eneko Capilla en lo individual fue de lo más destacado en la Cultural. Volvió a mostrar su capacidad para atacar espacios ofensivos y para finalizar jugadas, como así hizo en la jugada del gol. Destacar el cambio de sistema de juego a línea de tres centrales, después del empate del conjunto madrileño y la consiguiente entrada de Zelu al campo. Aunque bien es cierto que el paso a línea de tres no supuso una ventaja, ya que el Inter continuó muy cómodo los últimos minutos de juego, pudiendo incluso pillar en alguna transición al conjunto culturalista.
El conjunto de Boadilla del Monte dejó una grata impresión. Es un equipo que domina muchos conceptos del juego. Gran solidez con balón en espacios reducidos, uso constante de paredes interiores y magnífica interpretación del ataque sobre espacios libres. Así llegó el penalti cometido sobre Tamayo. Salida de balón desde atrás, sobrepasada la presión en medio campo y pase al espacio sobre el delantero al que Palatsí derribó en un uno contra uno. El gol no llegó en ese penalti, sino en la segunda parte, en una fantástica acción de Fernando Pina, que empezó y culminó la acción junto a dos compañeros, en un uso magistral del concepto futbolístico del ‘tercer hombre’, que además les valió un punto.