MALTA - ESPAÑA (0-2)
La puntería de Morata salva el trámite de España sobre Malta
La selección española gana con facilidad con dos goles del atacante atlético pese a la ausencia repentina de Luis Enrique
La selección española se presentó en Malta con una alineación alternativa, como si la visita a La Valeta fuera el banco de pruebas de un partido amistoso para ajustar nuevos conceptos. Y el partido salió como tal, sin la versatilidad y la profundidad necesaria para enfrentar a un equipo que estuvo encerrado de forma descarada, pero aguantó con opciones en el marcador hasta bien entrada la segunda parte. En un partido muy espeso de España, los malteses se llevaron un resultado decente, tan alejado de aquel 12-1 que recuerda la historia como el juego de la selección española se distancia de las aspiraciones que debería tener.
Con Luis Enrique ausente por un problema familiar, del que no ha trascendido más que es un tema de salud lo suficientemente grave como para hacerle abandonar la concentración, su segundo Robert Moreno dirigió un equipo que intentó abrir el campo para crear unos espacios difíciles de crear con 20 jugadores moviéndose en 40 metros de campo.
España dispuso ocho cambios respecto al equipo que le ganó a Noruega en la primera jornada de la fase de clasificación para la Eurocopa 2020, todos salvo Ramos, Asensio y Morata, que se reencontró con el gol en un partido en el que no pudo participar mucho más.
Sergi Roberto, el mejor
La posición de extremo de Bernat para completar el ataque fue tan llamativa, con Muniain y Mata en el banquillo, como poco productiva, sin posibilidad de desborde privado del factor de sorpresa que siempre alimenta las incursiones ofensivas de los laterales. La profundidad la aportó Sergi Roberto por el otro costado, aliado de todos los pasadores españoles con constantes y precisos desmarques.
Malta eligió sacrificar al mito Mifsud (132 internacionalidades y 41 goles) para ganar un centrocampista para contener a España, una labor que consiguió con bastante eficacia en el primer tiempo, en el que el caudal de ocasiones fue muy inferior al del último partido. A cambio, su bagaje ofensivo fue inexistente, sin ninguna intervención reseñable con las manos de Kepa, titular por delante de De Gea.
El peso de Canales fue creciendo en el proceso de creación de juego y Saúl, constreñido en la frontal del área rival, encontró vías de colaboración con un clarividente Sergi Roberto, el mejor español del partido, para realizar los primeros disparos peligrosos de España.
Fallido intento de Bonello
Las llegadas españolas se disiparon de nuevo hasta la media hora, cuando Morata recibió su primer balón en ventaja, el segundo que tocaba en el partido, a la carrera a la espalda de la defensa maltesa, gracias a un buen pase de Hermoso. El delantero atlético remató como pudo y el ínclito Bonello hizo el resto, con un fallido intento de parada, para que España abriera el marcador.
La moral maltesa no se resintió y la fluidez siguió sin acompañar a una España espesa, que no volvió a llegar con claridad hasta después del descanso, sin más que aproximaciones amontonadas y centros en desventaja para los atacantes.
El partido fue avanzando con un ritmo cansino, un juego ramplón y una ausencia de ocasiones que empezaba a ser llamativa. Desde el banquillo entró Muniain, para solucionar el estropicio del doble lateral en la izquierda, y abrió una vía más de peligro que desmontó por momentos la defensa de Malta.
Canales siguió hilando el juego de España con exquisitez y precisión, mientras que Sergi Roberto se erigió en el surtidor oficial de balones al área para el ataque de la selección. No estuvieron acertados Asensio y Saúl.
El centrocampista del Atlético, que desapareció en aún más en el segundo tiempo, sin espacio y sin un rival al que presionar para explotar sus virtudes; erró otro disparo antes de dejar el campo para que entrara un dinámico Jesús Navas que desplazó a Sergi Roberto al centro del campo y, casi de la nada, sacó un centro preciso a la cabeza de Morata para que el madrileño consiguiera su segundo gol.
Con un gol de desventaja a 20 minutos del final, en lo que ya era una actuación histórica, Malta había hecho un cambio ofensivo y subió la presión como nunca antes en el partido, fue la última tentativa de unos malteses muy serios que afearon el partido de una España que está lejos de refrendar sus intermitentes buenas sensaciones.
España tuvo encerrada a Malta en torno a su área durante 70 minutos, pero los 10 tiros, entre a puerta y fuera, con los que terminó el partido denota la falta de constancia en el ataque español, que ni siquiera en los últimos minutos, con Malta buscando sus últimas opciones en ataque y más espacios que en todo el partido, consiguió adecentar el resultado para la diferencia de nivel entre España y un equipo semiprofesional.