EL REY DE MOTOGP SIGUE ARRASANDO
La insultante superioridad de Márquez en el Mundial
"Nos sacó 10 segundos, pero hubiese podido sacarnos un montón de segundos más; estuvo intratable", reconoce Andrea Dovizioso, lider de Ducati. "¡Aaaaah!, pero ¿Marc corrió en Argentina?, la verdad es que no lo vi", confiesa Valentino Rossi, feliz por haber acabado en el podio del GP de Argentina
El mundo y el Mundial, los aficionados y la crítica, los ingenieros y los pilotos, las fábricas y los patrocinadores, los circuitos y los organizadores, los 64.086 fans que llenaron el trazado de Termas de Río Hondo, todos, todos, muestran hoy su admiración por un fenómeno que, desde su aparición, en el 2013, en el Mundial de MotoGP, no ha dejado de cautivar y admirar a todos.
Se llama Marc Márquez Alentá, pues mamá Roser algo tiene que ver con esa sonrisa permanente y su decisión de divertirse corriendo, y, a sus 26 años, acaba de protagonizar una de las carreras más impresionantes de la última década. Un gran premio en el que se apagaron las luces del semáforo de Termas de Río Hondo y el ‘nen de Cervera’ desapareció del radar de sus rivales (y de las pantallas de televisión), para ganar con una de las mayores diferencias de los últimos años.
ARRASANDO DESDE EL 2013
Y es que, que lo sepan, desde que Márquez debutó en MotoGP, convirtiéndose, ese mismo año, en el campeón y ‘rookie’ más joven de la historia en ganar el título, no ha tenido rival. Márquez ha ganado, en los más de 100 grandes premios que ha disputado (110 en concreto), 21 grandes premios más que el que más ha ganado, que es Jorge Lorenzo: 45 contra 24. Y se ha subido al podio 23 veces más (79) que el ‘magnífico’ que más veces se ha subido al ‘cajón’, que no es otro que el veterano Valentino Rossi: 56. Hay otro dato demoledor: Márquez ha terminado en el podio el 72% de los grandes premios que ha corrido entre y contra los ‘reyes’.
Por eso ayer, y hoy, y mañana, el mundo y el Mundial seguirán mostrando su admiración por alguien a quien, en Argentina, ya comparan con Leo Messi. No solo por cómo gana, por cuanto gana, sino, como Leo, por el tiempo que lleva haciéndolo sin pestañear y ni siquiera reparar en que es difícil no bajar la guardia cuando alguien ha ganado ya tanto. “No es un problema de no cansarte de ganar, es un problema de divertirte, de pasártelo bien, de tener un equipo que te arrope. Hoy, por ejemplo, quiero dedicarle esta victoria a mi amigo y ayudante José Luis (Martínez), que cumple años y, probablemente, cuando yo esté en el avión de regreso a Barcelona, será padre por vez primera”.
Ni que decir tiene que Márquez restó importancia a la manera de ganar en Argentina. Es más, ahora, dentro de quince días, la cita es en el circuito de Austin (Texas, EEUU), donde, desde hace seis años, Márquez no pierde una carrera y, probablemente, ni siquiera un entrenamiento. Aún y con todo, el heptacampeón catalán cree que hay que ser muy prudente con ese rotundo pronóstico de que ganará, de nuevo, en el trazado norteamericano. “No sé, no sé, me gusta, he ganado siempre, sí, pero cada año es distinto, veremos los entrenamientos, tal vez la pista este más bacheada…aunque me encanta llegar como líder a EEUU”.
“Para mí, acabar en el podio en Austin ya sería casi como ganar”, comenta Andrea Dovizioso, tercero en Termas por detrás de Márquez y Rossi. “La verdad es que Marc ha estado intratable durante todo el fin de semana en Argentina. Nos ha sacado 10 segundos a todos, pero podían haber sido un puñado más, pues no es la primera vez que lo hace. El problema es que nosotros no hemos corrido como en los entrenamientos y Marc ha copiado el tremendo ritmo que tenía el viernes y el sábado. Veremos si esto empieza a ser una tónica o podemos presentarle batalla”.
Ya ni les cuento como habló Rossi de Márquez. “Aaaaah, pero ¿Marc ha corrido en Argentina?, puede ser que haya corrido, sí, pero yo, desde luego, no lo he visto. Hubiese preferido perder por tres segundos que por diez, así, al menos, le hubiera visto. Yo veo mi vaso medio lleno y estar detrás en el Mundial de los dos grandes favoritos al título ya es importante. Desde Sachsenring no me subía al podio y este segundo puesto me sabe a gloria”.
Rossi cumplió ayer 23 años desde su debut en el Mundial, en Malasia 1996. “El otro día volví a ver aquella carrera y, sí, era en blanco y negro”, dijo Rossi entre carcajadas. “La verdad es que me siento muy feliz y orgulloso de seguir corriendo, de seguir sintiendo cosquilleo en la parrilla y de seguir estando a la altura de los mejores. La primera parte de mi vida deportiva estuvo plagada de éxitos, victorias, podios y títulos; ahora, todo es más difícil, hay jóvenes tremendos. No queda otra, o te quedas en casa contemplando tu vitrina de trofeos o haces como yo, te sigues divirtiendo. Insisto, tras 23 años, sigo siendo igual de feliz”.