OPINIÓN TÉCNICA
Punto y aparte
Sin lugar a dudas, lo más positivo del partido de ayer fue el punto logrado casi al final del encuentro. A los demás niveles, el equipo leonés dio sensaciones negativas en varios aspectos. Los más evidentes tácticamente el bajo ritmo de juego con balón, que dificulta la aparición de espacios interiores y la ausencia de presión alta sobre el rival cuando éste tiene la pelota. Con estos dos aspectos y ante cualquier rival, por muy buenos jugadores que se tengan, es muy difícil que salgan las cosas.
El equipo salmantino hizo un planteamiento muy práctico, un sistema de juego 1-5-3-2, en el que sin balón realizó repliegue intensivo, con basculaciones constantes que ayudaban a la cercanía de las ayudas permanentes, y que a su vez ante el carente ritmo de juego de los leoneses facilitó el trabajo defensivo en la intención de no dar opciones de pases interiores sobre Señe o Sergio Marcos, obligando con ello a los locales a llevar su juego por fuera.
Con la posesión del balón, el plan era claro, intentar atacar sobre espacios y en transiciones tras la recuperación, donde tanto Víctor como Calero llegaron siempre con espacios en zona exterior, en una de estas acciones el propio Calero inicio una conducción hacia dentro realizando una pared con David, el nueve visitante, que tras recibir la segunda entrega se giró y disparó a portería dando el balón en las manos de Pablo con el consiguiente penalti, que el propio delantero se encargó de transformar ,pegándola de manera inapelable al lateral de la red.
Por su parte los locales salieron con el sistema de juego habitual 1-4-3-3, en el que lo sorprendente fue ver a Hugo Rodríguez de lateral derecho, el plan con balón era claro, ante la imposibilidad de poder meter balones por dentro en campo rival, el equipo se limitó a llegar en acciones exteriores y centrar balones al área. En la segunda parte tras la entrada de Yeray por Javi Jiménez, el sistema de juego varió a línea de 3 centrales, aunque sin variar el plan ofensivo de las múltiples llegadas exteriores, la expulsión de Zelu complico la insistencia en superioridades en campo contrario, aunque el equipo siguió intentando centros al área lo que dio pie al gol de Iván González en el último minuto de partido.