A la espera de un milagro

Nada es imposible, aunque las casualidades son cada vez más improbables. La trayectoria del equipo de Aira en las últimas jornadas va enlazando de tropiezo en tropiezo a cada cual mayor, indistintamente de la clasificación del rival en la tabla. De llegar a ser líderes, a ir dejándose puntos cada partido, hasta salir de la zona de promoción, con una diferencia importante y pasar a no depender de sí mismo. Línea totalmente descendente, donde ni jugadores, ni cuerpo técnico han sabido parar, ni enderezar para revertir tal situación.

Tres son las jornadas que restan, y las conjuras de la plantilla con la afición y las palabras de ánimo e ilusión no han servido de acicate para lograr victorias. Querer y no poder, sin tener las ideas claras en el campo, con lo que eso conlleva, para que el esfuerzo no se transforme en efectivo, todo ha sido uno. La ansiedad es más que evidente y la falta de confianza hace su aparición desde los inicios de cada partido, empezando a ser una lacra muy complicada de combatir. Las ganas y sentimientos pueden más que lo realizado dentro del terreno de juego, y eso continúa pasando factura. ¿Soluciones? Difíciles, pero siempre existe algo de esperanza.

Hoy sábado ante el Fabril, farolillo rojo, es la última oportunidad para seguir manteniendo alguna opción de optar a un puesto de promoción. Tres puntos, pero cuatro reales por el gol average, son los que separan a esta Cultural de la cuarta plaza. Solamente vale ganar y seguir esperando, misión complicada, pero es la única opción real de mantener la llama encendida. A pesar de la posición del rival, no será fácil la victoria por esa trayectoria y dinámica negativa que se traen colgadas a la espalda, y donde la afición tampoco pasa por sus mejores ánimos, dada tal situación. Ahora sí que todo se juega a una carta, y a esperar que los fallos del rival vayan apareciendo, para lograr una machada, que pocos visos tiene de convertirse en realidad.