Triunfo claro, sensaciones oscuras
P artido raro cuanto menos, el que se pudo presenciar ayer en el Reino de León. Se enfrentaban dos equipos con diferentes puestos clasificatorios, aunque con sensaciones parecidas en lo anímico. Los gallegos venían a León con el descenso de categoría ya consumado y con una infinidad de goles encajados en contra, no siendo capaces de ganar desde hace ya varias jornadas. Los leoneses, volvían a jugar en casa después de una semana complicada, que empezaba con esa dura derrota en Guijuelo, a lo que se sumaron noticias de índole extradeportivas.
Con estas contingencias, ambos equipos mostraron cierta desconfianza en los primeros minutos del juego, con constantes pérdidas de balón e imprecisiones. La Cultural, se plantó con el clásico 1-4-1-4-1, con Yeray y Aridane partiendo desde el banquillo, intentaron desde el comienzo hacer daño a los visitantes con numerosas llegadas exteriores y centros, aunque todo ello con un ritmo de juego extremadamente bajo, lo que dio lugar a que las ayudas defensivas de los deportivistas, se realizasen únicamente con la presencia numérica en zonas.
El primer gol del partido, obra del conjunto leonés vino precedido de una de las múltiples acciones exteriores que intentaron durante todo el encuentro. Más aún en la segunda parte con la entrada de Hugo Rodríguez, este recibía un balón llegando en carrera sobre el espacio y dió un pase raso al punto de penalti, Liberto recibió y tras girarse finalizó la jugada con un golpeo fuerte a la red. El segundo gol, fue obra de Dioni, el nueve encontró un rebote en el área y ante la pasividad de la defensa coruñesa, pudo girarse y ajustar un golpeo cruzado pegado al poste izquierdo de la portería. En el tercer gol observamos una de las múltiples desventajas de la defensa zonal completa en acciones a balón parado, y es que los jugadores pierden la referencia orientativa, y el rematador tiene la ventaja de llevar la iniciativa del movimiento en la carrera, así Pablo lo aprovecho y remató de cabeza a la red. El cuarto convertido de penalti, vino precedido de una salida defensiva ?en falso a un desmarque de apoyo, y por lo tanto la pérdida del espacio, aprovechado por Dioni para ganar la espalda a la defensa y ser derribado. Yeray lo convirtió.