El equipo leonés busca ante Benidorm dos puntos vitales
Tres partidos tiene por delante el Abanca Ademar para buscar esa cuarta plaza que podría darle acceso a Europa si la EHF concede a la Asobal una ‘wild card’ cuando acabe la temporada. Los leoneses necesitan los seis puntos en juego para quedar por delante de Granollers, que no pudo con el Barça.
La primera de esas finales les enfrentará hoy en el Palacio a un correoso Benidorm (20.30 horas, La 8) que llega a la antepenúltima jornada sin ningún tipo de presión y tras empatar contra Anaitasuna. Diego Dorado espera un rival «competitivo» a pesar de que ya no pelea por objetivos plausibles, más allá de escalar alguna posición en la tabla. Es consciente de que deben mejorar las prestaciones ofrecidas ante el Cangas para deshacerse de un Benidorm con «un potencial ofensivo muy alto», que ya sabe lo que es ganar a orillas del Bernesga.
El técnico asturiano reconoció que el equipo está hambriento de triunfos tras más de un mes de ayuno. La última victoria en Liga la consiguieron a finales de marzo en la pista del Alcobendas. Desde entonces han pasado demasiadas cosas en el Abanca Ademar, que de los últimos cuatro encuentros de Liga ha perdido dos y empatado otros dos. Entre medias, sufrió la prematura eliminación de la Copa del Rey frente a un Granollers que hizo leña del árbol caído.
Después llegó la salida de Guijosa y el debut de Dorado contra el Barcelona, donde salieron «reforzados», según apuntó el entrenador, que espera la versión más «ambiciosa» de su plantilla frente al conjunto alicantino. Confía también en el apoyo de los aficionados y en que sus jugadores saquen «ese gen» que se presupone a quien se enfunda la elástica del equipo leonés. «Nos quedan quince días de competición y tenemos que ir todos juntos», recordó Dorado, que describió durante su comparecencia a un Benidorm muy «completo». En este sentido, destacó sobre todo a José Luis Paván, quizá el «jugador con más galones de su primera línea», pero también subrayó el protagonismo de Pablo Simonet, hermano de Sebas, que estaba en la órbita del Ademar pero cuyo fichaje se ha enfriado por las altas pretensiones de su actual club. Además, advirtió que Benidorm practica «un juego muy combinativo».