LA RESIGNACIÓN DEL 'DOCTOR'
Rossi y Yamaha dan casi por perdida la temporada
El nueve veces campeón del mundo reconoce, en Le Mans, que la fábrica japonesa ya ha empezado a preparar la moto del 2020 'Vale', que lleva 32 grandes premios consecutivos sin ganar, cree que este año le será muy difícil pelear por la victoria en los GP
Han empezado a escucharse voces en el paddock con vistas al año que viene, incluso, pese a que los contratos bianuales de todos los magníficos acaban de empezar su primer curso. Ya hay quien dice que Yamaha podría estar pensando en sustituir, a final de temporada, a Maverick Viñales por el joven francés Fabio Quartararo en su equipo oficial y se mantiene la cantinela de que el fogoso australiano Jack Miller está amenazando el puesto oficial del italiano Danilo Petrucci, en el equipo oficial de Ducati, que solo le ha concedido un año de practicas a Petrux con la Desmosedici oficial.
De lo que no se habla, desde luego, es del futuro de Valentino Rossi (Yamaha), cuyo prestigio se mantiene casi intacto pese a que, en Le Mans, sumó su 32 gran premio consecutivo sin ganar (Holanda-2017). Rossi está cuarto del Mundial de MotoGP, a 23 puntos, casi una victoria, del catalán Marc Márquez (Honda), que ha ganado tres de las cinco carreras disputadas: Argentina, Jerez y Francia.
Eso sí, por vez primera en muchos años, Rossi reconoció, el pasado domingo, tras acabar quinto en Le Mans, que Yamaha ya ha empezado a pensar en la moto del año que viene pues es evidente que este año lo tendremos muy difícil, por no decir que imposible, pelear por el título. Tanto que cuando le preguntaron por las auténticas posibilidades que tenía, visto el poder de Honda (o, al menos, de la honda de Márquez), la potencia de la Ducati y el nivel de la Suzuki de Àlex Rins, de pelear por ganar, añadió: "No niego que quedarse en casa desde mañana e irse a la playa tendría sus ventajas".
Siguiendo con las comparación, Rossi considera que si quitamos a Márquez, no estamos tan mal. Y fue, entonces, cuando explicó que en Yamaha ya han empezado a hablar del proyecto 2020, cuando apens acaba de comenzar la temporada 2019. Eso es bueno y es malo. Es bueno porque, por fin, significa que vamos a empezar con tiempo un trabajo que, al final, dará sus frutos, ya que, últimamente, se ha perdido la costumbre de probar el prototipo del siguiente año cuando acabábamos de correr en Brno, cosa que hace años no hacemos. Y es malo porque significa este año deberemos de conformarnos con lo que tenemos.
Rossi reconoció que la Yamaha sigue padeciendo los mismos problemas del año pasado aunque ya no tan acusados. El Doctor asegura que la moto acelera mejor, pero correr menos en punta. Y, sobre todo, insiste en que los finales de carreras son más que tormentosos. Los motores de este año, como todo el mundo sabe, se precintan poco antes del primer GP en Catar y ya no podemos tocarlos. Tenemos que trabajar con ellos y buscar otro tipo de soluciones porque no podemos abrirlos y mejorarlos. En ese sentido, habrá que fijarse en lo que hacen en el equipo satélite de Petronas para averiguar por qué va tan bien Quartararo con su Yamaha. He de reconocer que Fabio me ha sorprendido positivamente.