«Siento tristeza, alegría y sobre todo gratitud»

PABLO RIOJA | LEÓN

«Sensaciones extrañas». Eso es lo que acompañó a Juanín García en la tarde de ayer. Sobre todo cuando la bocina indicó el final de su último partido como profesional. «Siento tristeza, alegría y sobre todo gratitud», dijo el extremo leonés después de darse un baño de masas que se extendió por más de una hora. «Estaba muy nervioso. El viernes le dije a Diego (Dorado) que no sabía si iba a poder jugar el encuentro o si sería capaz de hacerlo bien», confesó el máximo goleador de la historia de la Liga Asobal en sala de prensa entre lágrimas.

«Conozco a casi el 90% de los socios del Ademar y siempre me ha gustado tener un trato cercano con ellos», remarcó después de pararse a charlar con centenares de aficionados que aguardaron pacientes la ocasión para darle las gracias a su ídolo. Hubo un momento del homenaje que acabó por derrumbarle; cuando se topó con su padre en el palco durante la vuelta a la pista del Palacio de Deportes. «Son momentos duros que hay que pasar, la vida sigue pero el momento es duro. Mis padres siempre me han dejado hacer lo que yo quisiera en mi carrera. Siempre estuvieron en un segundo plano y hoy han querido hacer lo mismo». Se acordó también de su hermano, que ayer estuvo ausente por motivos familiares.

Tuvo también palabras cariñosas para Diego Dorado, por el «detallazo» de pedir un tiempo muerto casi al final para que todo el mundo le aplaudiese y se mostró satisfecho «porque el equipo logra su objetivo». De forma simbólica le pasó el testigo a Jaime Fernández, Carrillo y Casqueiro. «El extremo izquierdo queda ahora en buenas manos por gente de León que conozco mucho. Es un orgullo».