vuelve la montaña
Carapaz ya mira a los Dolomitas
El ciclista ecuatoriano tiene dos etapas para certificar su triunfo en el Giro donde Landa también aspira al podio
Los Dolomitas son las montañas ciclistas más hermosas -duras pero bellas- con las que un ciclista profesional se puede encontrar. Una vez explicaba Óscar Pereiro, el ganador del Tour del 2006, que llegando al coche le comentó a Álvaro Pino, que era su director, que había disfrutado de los paisajes. "¿Paisajes? -le contestó el técnico gallego y excorredor-. Si has tenido tiempo de ver el paisaje es que no te has esforzado lo suficiente". La teoría dicta que el ciclista solo debe estar pendiente de su bici, agachar la cabeza y en todo caso vigilar al corredor que lleva delante para no tropezar con su rueda trasera. Ahí está la imagen de Chris Froome, ausente del Giro, siempre mirando el potenciómetro de su bici.
Disfrutar es un verbo que no figura en el diccionario del corredor profesional. Pero, en un momento determinado, siempre hay un segundo para contemplar las imágenes de los Dolomitas, donde este viernes y sobre todo el sábado, debe certificar Richard Carapaz su victoria, la del primer ecuatoriano que gana una 'grande' del ciclismo mundial. Pero para ello debe seguir actuando con igual fuerza que inteligencia, contar con el apoyo de un Movistar que nunca le ha fallado y saber manejar a la perfección los movimientos tácticos que Mikel Landa pueda hacer para el objetivo de acompañarlo el domingo en el podio de Verona.
LAS CLAVES DOLOMÍTICAS
¿Debe atacar Landa? Siempre que no sea para perjudicar a la 'maglia rosa' del Giro. El miércoles, por ejemplo, lejos de perjudicarlo sirvió para desgastar a Primoz Roglic, ahora tercero, y para marcar el camino al demarraje final de Carapaz que evidenció también algunas dificultades de pedaleo por parte de Vincenzo Nibali. No había ningún peligro porque, en caso de avería, el coche de Chente García Acosta circulaba a la estela del pequeño grupo de figuras.
¿Carapaz tiene que apostar por una ofensiva en los Dolomitas? No necesariamente. Le lleva prácticamente dos minutos de ventaja a Nibali, un tiempo suficiente para no correr peligro alguno en la contrarreloj final del domingo y Roglic ya está suficientemente distanciado como para pensar que por muy hábil que sea en la contrarreloj no lo cazará ni en el mejor de lo sueños. Carapaz ya cuenta con dos triunfos de etapa por lo que resulta más prudente la táctica de nadar y guardar la ropa que la de lanzarse al oceano en cueros. Que sean otros los que ataquen. Y para ello también tiene a Landa, para que responda, para que los ponga nerviosos y para que el corredor alavés pueda sacar provecho de la situación.
¿Puede ganar el Giro en los Dolomitas? Por supuesto. Si ha tenido algún momento de crisis Carapaz lo ha sabido disimular. En el Mortirolo, ni él, ni tampoco Landa, tuvieron necesidad de atacar porque el ritmo de Antonio Pedrero fue lo suficientemente intenso para que Nibali no abriera diferencias importantes y siempre estuviera en la referencia visual de los ciclistas del Movistar. Si no ha tenido un desfallecimiento hasta ahora, si ha demostrado que es el más fuerte, si además se ha movido como si fuera un veterano, animando y controlado el trabajo de los compañeros, no cabe pensar ahora que Carapaz se venga abajo.
EL ADVERSARIO
¿Qué hará Nibali? Depende de si la mini flaqueza que pareció observarse el miércoles fue fruto del cansancio acumulado tanto por la jornada de montaña como por la subida al Mortirolo del día anterior o bien porque el ciclista siciliano ya haya llegado al límite de sus fuerzas. Si está recuperado sigue siendo muy peligroso y no se conformará con la segunda plaza. Hasta el final luchará con todas sus fuerzas. Un Nibali conservador evidenciará que ya ha dicho basta y que la segunda plaza ya es botín suficiente. Es entonces, con Carapaz a rueda de 'El Tiburón', cuando Landa puede tener su oportunidad para asaltar la tercera e incluso la segunda plaza de la clasificación.
Este viernes los aguarda el primer contacto dolomítico con llegada a San Martino di Castrozza y el sábado una jornada con cinco puerto y la ascensión final al monte Avena. Ya solo quedará la contrarreloj final que si van bien las cosas será un tramite para Carapaz y el Movistar.
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— Giro d'Italia (@giroditalia) 30 de mayo de 2019
LA ETAPA DE ESTE JUEVES
Este jueves recuperaron un poco el aliento en una etapa llana que ganó Damiano Cima de forma agónica y contra el guion que dicta que en una jornada sin montaña la fuga debe morir antes de la meta. Por 10 o 15 metros el ciclista italiano logró la victoria más importante de su vida.