Los Raptors empiezan ganando en la final de la NBA con un gran Marc Gasol

Enorme partido de los Toronto Raptors de Marc Gasol en el primer envite de la final de la NBA. El equipo de Toronto se impuso por 118-109 a los Golden State Warriors en un estreno trepidante que dominó de principio a fin, a pesar de que la escuadra de Stephen Curry siempre anduvo pisándole los talones. Sólidos en defensa y explosivos en la definición, los canadienses se sobrepusieron a la presión del debutante para tomar ventaja en la serie ante el mejor equipo de los últimos tiempos, unos Warriors que disputan su quinta final consecutiva. Los de San Francisco echaron de menos al lesionado Kevin Durant y tuvieron enfrente a unos Raptors de envergadura, liderados por Pascal Siakam y Gasol. El catalán anotó 20 puntos y cerró la noche con siete rebotes.

Los Raptors son la cenicienta de esta final, el perfecto 'underdog llamado a morir en el matadero de los señores de California, a tenor de las predicciones de los expertos. En 24 años de historia de la franquicia, nunca habían jugado una final, que por primera vez en la historia de la NBA se disputa a medio camino entre Canadá y Estados Unidos. Pero ya no son aquel equipo que languidecía sin pena ni gloria como el dinosaurio que utilizó originalmente como mascota. En las tres temporadas anteriores se coló en los play-off y en esta última ha llegado a la final con una victoria más que sus rivales de la Bahía de San Francisco, tras una notable temporada regular y unas eliminatorias en las que se deshizo de los Orlando Magic, los Filadelfia 76ers y los Milwaukee Bucks.

La incorporación el verano pasado de Gasol y Kawhi Leonard -la gran estrella del equipo- sirvió para redondear el talento que le faltaba para aspirar a todo. Jugadores con galones y experiencia en finales ya tenían, desde Danny Green o Serge Ibaka. Y ahora los Raptors tienen hambre de títulos y a todo un país detrás, por más que a los educadísimos canadienses les vaya más el hockey que la canasta.

Su público, con el rapero Drake en primera fila, embajador global de la franquicia de los Grandes Lagos, espoleó al equipo de forma atronadora desde el primer minuto. "Nuestro público merecen parte importante del crédito de la victoria", dijo Nick Nurse, el entrenador de Toronto. Leonard falló más de lo habitual y se quedó con 23 puntos, pero tuvo detrás a un pletórico Siakam, con 32 puntos, ocho rebotes y cinco asistencias, la gran sensación del partido.

Juego portentoso

En su primera final tras una historiada carrera en la NBA, el pequeño de los Gasol estuvo portentoso en la primera parte. Apareció cuando más lo necesitó el equipo, le dio puntos, cabeza y solidez, pero quedó algo desdibujado en la segunda, en gran medida porque fue acumulando personales y Nurse optó por reservarlo para los minutos finales. Preguntado en la sala de prensa por lo que supone debutar en una final, Gasol huyó de los sentimentalismos. "Estás ahí y juegas al baloncesto como has hecho toda tu vida, simplemente tratas de divertirte".

En las últimas cuatro finales disputadas desde el 2015, todas ellas contra los Cleveland Cavaliers, los Warriors habían ganado siempre el primer partido. Una circunstancia que aumenta el mérito de los Raptors. Curry estuvo como casi siempre a la altura, con 34 puntos, cinco rebotes y cinco asistencias, a los que hay que unir los 21 de Klay Thompson. Pero les faltó el músculo anotador de Durant, que se recupera de una lesión muscular.

En cualquier caso, la fiesta no ha hecho más que empezar. El segundo partido se disputará el domingo, nuevamente en Toronto, antes de que el espectáculo se traslade a la California de los campeones. Ningún equipo ha ganado tres títulos consecutivos desde aquellos Lakers de Shaquille ONeal y Kobe Bryant de principios del milenio. Los Warriors lo tienen ahora al alcance de la mano.