¿Quién asume la responsabilidad?
H ace un mes que la Cultural concluyó una temporada histórica. Nunca antes en Segunda División B el club leonés gozó de semejante presupuesto para no tener que esperar otros cuarenta y tres años en subir a Segunda División. Cinco millones de euros, una plantilla de jugadores de Segunda División en Segunda B y futbolistas a la carta en el mercado de invierno, a parte de dos entrenadores ‘top’ para la categoría de bronce. El primero de ellos acompañado de especialistas para cada una de las líneas del campo. Un proyecto que finalmente fracasó en el infierno de continuar en una división maldita cuando el único objetivo era el retorno por la vía rápida a las estructuras del fútbol profesional. El equipo leonés todavía no ha hecho balance de la histórica temporada. Anunció en enero, también en febrero, marzo, abril y mayo que las notas quedaban para final de curso. Y el ejercicio deportivo concluyó ya hace un mes. Nadie ha asumido la responsabilidad de esta histórica campaña. Igual que ha sucedido con otros expedientes ‘X’ dentro la entidad culturalista, nadie ha dado la cara para asumir la responsabilidad de una gestión tanto económica como deportiva nefastas. Y menos aún, nadie piensa en dimitir por administrar cinco millones de euros con el único balance tangible, el quinto puesto final en la clasificación del Grupo I de Segunda División B. Y lo que es peor, la afición culturalista, la esfera política y la empresarial tienen que responder en mayor medida para que Aspire no se canse de seguir en León. Aspire tiene claro que no es una ong.