Ponferrada vive el ascenso con un sentimiento especial

OTERO CONDE | PONFERRADA

Los lugares neurálgicos de Ponferrada se llenaron de aficionados para vitorear a sus jugadores, técnicos y dirigentes por el ascenso logrado 24 horas antes contra el Hércules. La plaza Julio Lazúrtegui fue el primer punto de gran concentración de hinchas y ciudadanos, aunque algunos ya acudieron a la salida desde El Toralín y siguieron a la comitiva andando o en algún vehículo adornado de blanquiazul para la ocasión.

El «Sha la la la la la la, oh, Deportiva», con la gente agachándose hasta que la canción llegaba a su punto culminante y se venía todo el mundo arriba, fue lo más repetido del paseo, que duró más de una hora. También los cánticos y gritos habituales de ánimo al equipo y otros como «El año que viene no vamos a León» o «Este equipito es de Segunda».

Con la llegada a la calle Ancha la gente se fue sumando. Empezó a correr la cerveza desde el camión para duchar al personal antes de que todos se bajasen y enfilasen la recta de entrada al Ayuntamiento.

Todos lo disfrutaron sobremanera, aunque el brillo en los ojos de Bolo, al borde de las lágrimas en muchos momentos, era el reflejo de la emoción de todos. Una apuesta del presidente que acabó siendo la mejor de las apuestas, una apuesta ganadora.

Petición de matrimonio

Ya en la plaza del Ayuntamiento, cuando le tocó el turno, el preparador físico Gelo Alba, tomó el micrófono para hablar como los demás, y tras los agradecimientos, se dirigió a su novia: «Está por ahí abajo una persona muy importante para mí y aunque no tengo anillo, quiero decirte una cosa: ¿Quieres casarte conmigo? La chica, emocionada y casi llorando, dijo que sí. Él bajó del balcón del Consistorio y selló el compromiso con un beso.