Una temporada para enmarcar
P onferrada está de moda en el mundo del deporte. Y además por partida doble. En una temporada para enmarcar hasta dos aficiones han podido saborear las mieles del éxito y el ascenso, precisamente en los dos deportes que por relevancia y magnitud son considerados los más mediáticos, el fútbol y el baloncesto. Bien es cierto que en el mundo del deporte no siempre dos más dos son cuatro. Y que a veces todo el trabajo de unos meses se puede ir al garete por detalles. No es el caso de la Deportiva que por cuarta vez en su historia ha podido abrir la puerta de par en par al fútbol profesional. Lo ha hecho en una campaña en la que ha sabido rehacerse de momentos malos y demostrar que a pesar de los baches que pueda tener un trayecto lo importante es intentarlo y tener fe. La suya, tanto de jugadores como cuerpo técnico, directiva y afición, ha ido siempre a la par. Y desde la modestia, cumpliendo capítulos para recuperar un sitio en la Segunda División. Y todo con el apoyo de una ciudad que una vez más se volcaba con un sueño, una ilusión, que se ha tornado en gratificante realidad. Antes, con unas semanas de antelación, y a unos pocos metros del estadio de fútbol, otra afición como la del baloncesto, también se sentía gratificada con el esfuerzo de sus jugadores. Lo hacía tras una temporada notable en la que el Ciudad de Ponferrada demostraba que después de un año, el pasado, marcado por cierta desilusión que a punto estuvo de costarle el descenso, sabía reponerse para aprender de los errores y fortalecerse en los objetivos. Dos mejor que uno. Y eso lo sabe Ponferrada con este éxito a pares.