Moro y Álvaro plantan batalla
á. quiñones
Hubo corro en La Vecilla después de la suspensión de la jornada del sábado en Lugueros tras las malas condiciones que presentaba el terreno. Pero ayer todo salió a pedir de boca, sobre todo en la categoría de pesados, donde Morín y Quiñones mantienen viva la clasificación evitando que Abel Cabero se marche en la general, como sí ocurre en ligeros y semipesados.
Precisamente en pesados la noticia estuvo en la baja participación de luchadores —solo compitieron nueve—. En la primera semifinal, Álvaro caía ante Moro y en la segunda, Alejandro Fernández hizo lo propio ante Elías Blanco. En la lucha por el tercer y cuarto puesto Quiñones demostró una vez más que se le da bien pelear por el escalón de bronce. Ya en la gran final, Morín se tuvo que reitrar lesionado dejando vía libre a Alejandro para adjudicarse el corro con una caída a favor.
En semipesados —9 luchadores— Tomás González no defraudó a sus paisanos ganando en la final a Pedro Alvarado. Antes, Tomasuco se dejó por el camino a un Rubén Fierro que siempre es candidato a todo. De hecho sigue segundo en la general a diez puntos del propio Tomás. En la otra semifinal, Guillermo González no pudo con Pedro.
En medios sí que aumentó la participación, que se fue hasta los 14 luchadores. En la primera de las semifinales Moisés Vega ganó a Sergio González y Adrián Rodríguez a un jovencísimo Carlos Fernández. La final fue para Moisés, que volvía de vacaciones y se venció con una caía muy protestada por el público.
Y el ligeros —12 luchadores— Guillermo González ganó sobre la bocina a Santiago Fernández en la primera semifinal. En la segunda, dos viejos conocidos como Javi Oblanca y Víctor Llamazares ofrecieron un combate muy vistoso que terminó cayendo del lado del líder de la categoría. En la final, de nuevo un intratable Víctor derrotó a Guillermo González. En la lucha por el tercer y cuarto puesto, Javi acumuló una pasividad más que Santiago y perdió.