«Es muy importante esta victoria por cómo se produjo, tan difícil, tan dura...»
Bañado en lágrimas, Nadal mira a la pantalla en el medio del cancha después de ganar el US Open: un vídeo muestra fragmentos de cada uno de sus 19 títulos de Grand Slam. Tenía 19 años cuando ganó el primero en Francia y, a los 33, la emoción en el Arthur Ashe fue la misma. Son tantas las lesiones que ha enfrentado a lo largo de su carrera que Nadal no sabe que título será el último. «Estoy viejo», bromeaba.
«Ver todas las cosas que he pasado, poder aún estar aquí, es todo muy especial para mí. He pasado por momentos difíciles, físicos especialmente. Cuando tienes problemas físicos, lo mental se vuelve más difícil». Por eso «durante mi carrera nunca he sabido si cada victoria es alguna de las últimas oportunidades y siempre lo he vivido así», pero «quizás dentro de la mala suerte que he tenido por las lesiones también eso me ha hecho siempre valorar cada momento bueno».
Con el título del domingo, Nadal se queda a uno del récord de 20 Grand Slams de Federer y de cinco US Open que mantienen Federer, Pete Sampras y Jimmy Connors. Pero insiste en que los récords no son algo que le quiten el sueño. «Siempre he dicho que me gustaría ser el que gane más, pero no estoy pensando en eso cuando entreno, cuando no estoy jugando. Practico el tenis porque amo jugar tenis y no puedo pensar solo en Grand Slams porque el tenis es más que Grand Slams», señalaba. «Juego porque me hace feliz, la victoria de hoy me hace feliz... Me honra ser parte de esta batalla», apostilló.