BALONMANO | LIGA ASOBAL
No hay quien pare al Abanca Ademar
Una nueva exhibición del equipo leonés, esta vez en Valencia, permite a los de Cadenas sumar el quinto triunfo consecutivo
Quinto triunfo consecutivo para un Abanca Ademar que sigue con paso fuerte en el campeonato doméstico (23-33). Los de Manolo Cadenas no quisieron despistes ni falsas confianzas en el Ovni de Sagunto, y desmembraron a los locales en una primera parte de engranajes perfectos tanto en defensa como en el ataque.
Después, el bloque marista pudo dosificar un tanto sus fuerzas en los segundos treinta minutos pero al final redondeó incluso una hermosa ventaja de diez dianas jugando a domicilio que dejan muy clara la distancia entre ambas escuadras. Y es que en una cancha tan característica como la del Ovni, los extraterrestres fueron leoneses. De entrada, la victoria se cimentó de nuevo desde una defensa espectacular de los de Manolo Cadenas. Cada vez con más profundidad de banquillo, el equipo se va encontrando muy cómodo y ayer en la cancha levantina había dejado claro al minuto y medio de juego que cuenta además con una última muralla en estado de gracia, y con nombres y apellidos. Dino Slavic le firmaba dos paradones a Corzo y Tello con el cero a cero aún en las luces.
Poco aguantaron los de Vicent Enric Nogués el equilibrio en el marcador. También salió fuerte Fertiberia en la tarea defensiva, pero se le apagó pronto el motor y tras un empate a dos a los ocho minutos de juego, diana local de Leo Querín. El Abanca Ademar firmó un primer parcial de 0-3 para ir disipando dudas.
Y es que la receta es muy sencilla. Buena defensa y salidas fugaces en los contragolpes, también tras recibir gol. Los Fernández, Jaime y David, corrieron espléndidamente sendas contras para ir engrosando el casillero para desesperación de los saguntinos, competencia en ese aspecto para un Mario que siguió dictando lecciones de salida rápida, desmarque y finalización.
Apenas un gol en seis metros de Antonio Alegre dio algo de oxígeno a los locales, pero pronto se veían desbordados por la avalancha de un Ademar muy metido en el encuentro, peleando los visitantes cada balón en defensa como si de una final de Champions se tratara. Así, a los trece minutos Jaime Fernández ponía a los maristas doblando en el electrónico a su adversario (4-8) y aunque el público del Ovni se dejaba la garganta tratando de hacer reaccionar a los suyos, el rodillo de Manuel Cadenas seguía aplicando sus recetas con especial eficiencia. En apenas un parpadeo, las rentas se seguían ensanchando en los mejores minutos de los visitantes, como un 5-10 o un escalofriante 6-13 gracias al acierto de un Rubén Marchán implacable en su juego de pivote.
Sólo habría un pequeño amago de reacción de Fertiberia Puerto Sagunto en los compases finales de este primer periodo, cuando Spiljak y Corzo pudieron ver puerta con algo más de claridad.
La segunda parte comenzó con un pequeño susto en forma de bajón. La eficiencia del ataque mostrada en la primera parte (una progresión de cuarenta dianas a domicilio, ahí quedaba eso) se esfumó durante unos minutos de mayor coraje defensivo valenciano. Una exclusión de a Jaime Fernández, la única del encuentro, allanaba además el camino para los locales, y así poco a poco Puerto Sagunto fue reduciendo la desventaja hasta colocarla en sólo cinco dianas a los 43 minutos de juego.
Abanca Ademar había sido capaz de sumar tres tantos en ese lapso, gracias a Tin Lucin, Mario López y Juanjo, pero el 18-23 significó un punto de inflexión. Un tiempo muerto de Manolo Cadenas puso las pilas a los encargados de manejar el centro de la defensa leonesa, y pronto la renta cobró distancias más cómodas como los siete tantos (19-26) que ubicó Feutchmann a los diecisiete minutos de juego.
Fertiberia Puerto Sagunto había perdido su oportunidad, y no tuvo más opción que rendirse en los minutos finales ante un Abanca Ademar que volvió a desplegar sus mejores recetas de seriedad defensiva y velocidad en los contragolpes, aunque en muchas fases el ataque estático también mostró buenos porcentajes de la mano en especial de Lucin y sus latigazos desde nueve metros.
El pescado estaba vendido. Slavic seguía sacando alguna mano mágica para frustrar a los rojiblancos, y un pequeño tirón final permitió a los de Manolo Cadenas llevar la diferencia hasta la redonda y hermosa decena de dianas, un 23-33 sellado finalmente por el talento de Erwin Feutchmann. Firmaron en la cancha levantina una nueva lección de eficiencia de un Ademar que parece haber hallado el buen camino. El banquillo tiene buena culpa de ello y la afición local lo reconoció con aplausos. Ahora ya piensan en el partido de vuelta ante la Vojvodina. El Palacio dictará sentencia el próximo sábado. Europa llama a la puerta.