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TRIATLÓN

Diez horas para un hombre de hierro

Cristian Moratiel lleva el nombre de León al ironman más duro del mundo, el de Hawai, logrando acabar con un buen registro. En su primer año dentro del triatlón consigue hacer realidad su sueño

El triatleta leonés en el momento de entrar en la meta. DL

León

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Hablar del Ironman de Hawai es hacerlo de mejor y más duro del mundo. Un reto al alcance de pocos. Con nada menos que 2.500 protagonistas, uno de ellos, el leonés Cristian Moratiel, lograba hacer historia para el triatlón de la provincia. Cuatro años antes lo había hecho Pedro Cuevas, ahora era Cristian el encargado de dejar en un lugar destacado el pabellón de su tierra. Como testigo su padre. Y la meta después de diez intensas horas en unas condiciones extremas que se cobraron un buen número de abandonos.

El de Cristian no fue ninguno de ellos. Y eso que este es su primer año en el triatlón y su segundo ironman.  

Por eso tenía que ser el de Hawai el que iba a examinar si su decisión de dedicarse a esta modalidad era la acertada. Un examen de alta exigencia que pasaba con nota acariciando el puesto 100 de su categoría y parando el crono en las diez horas justas.  

Por delante tres segmentos extremos, uno de natación de 3,86 kilómetros en el Waikiki Raughwater Swin, otro de 180,25 kilómetros en Oahu y toda una maratón de 42,195 kilómetros en Honolulu. Para echarse a temblar. Y eso que antes de acudir a Kona había tenido que superar una criba. Como tantos otros participantes que dejó en apenas medio centenar de españoles los que iban a tener dorsal para competir en un escenario tan espectacular como duro.  

Tres exámenes en uno que completaba con solvencia. Eso sí, con algún contratiempo que pudo sacar adelante. Así, en el segmento de natación Cristian lograba salir en el grupo de cabeza (cuarto del agua) para afrontar a continuación los más de 180 kilómetros en bicicleta en un escenario exigente con un desnivel acusado y el viento como negativo acompañante. Moratiel comenzaba bien ese segundo examen pero dos pinchazos en el kilómetro 70 y 82 le hicieron perder mucho tiempo a la vez que lo descentraba bastante. A pesar de ello el leonés lograba solucionarlo para acometer el último sector. Nada menos que una maratón en Honolulu.  

En ese segmento hacía un tiempo más que notable a un ritmo constante que le permitió recuperar un buen número de posiciones perdidas a causa de sus problemas con la bicicleta. Los últimos kilómetros fueron ya de satisfacción. Nada podía separarle de hacer realidad su sueño en el Ironman de Hawai. La meta fue el desenlace a un reto que Cristian Moratiel aprobó con nota.