Diario de León

FÚTBOL | SEGUNDA DIVISIÓN

La Deportiva asalta Vallecas

El equipo berciano gana su primer partido a domicilio tras adelantarse de penalti a los cinco minutos y sentenciar al inicio de la segunda parte

Los jugadores de la Deportiva celebran el tanto de Yuri que abría el marcador para la victoria de los bercianos ante el Rayo en Vallecas, la primera fuera de casa. L. DE LA MATA

Los jugadores de la Deportiva celebran el tanto de Yuri que abría el marcador para la victoria de los bercianos ante el Rayo en Vallecas, la primera fuera de casa. L. DE LA MATA

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ÁNGEL ORTIZ | MADRID
León

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A la sexta fue la vencida y, después de tres empates y dos derrotas, llegó la primera victoria a domicilio. Y lo hizo en un escenario siempre difícil, donde el Rayo Vallecano aún no había perdido esta temporada. Un penalti transformado por Yuri en los minutos iniciales, un contragolpe fantástico culminado por Isi al inicio del segundo tiempo y un autogol de Advíncula rompieron los pronósticos previos y el tanto de Catena quedó apenas como una anécdota para maquillar la dura derrota de los franjirrojos (1-3).  

La Ponferradina llegaba al duelo tras tres jornadas consecutivas puntuando, las dos últimas saldadas con sendos empates, y visitaba a un Rayo Vallecano que acumulaba ocho sin perder y encadenaba dos triunfos seguidos que le habían aupado a la sexta plaza. Tras unos minutos de posicionamiento, pronto se desataron los acontecimientos. Primero, Ríos Reina estrellaba en el larguero una falta escorada desde la banda izquierda; la jugada continuó por el otro costado, Kaxe penetró en el área y cayó al suelo obstaculizado por Trejo y Saveljich. Muñiz Ruiz señaló el punto de penalti y el VAR validó su decisión. Yuri transformó la pena máxima cerca del ángulo izquierdo, engañando a Dimitrevski. Sexto gol de la temporada y tercera jornada consecutiva anotando del brasileño.  

Minutos después, fue el Rayo el que reclamó un penalti por mano de Yac al intentar despejar un saque de esquina. Esta vez el VAR dijo que era involuntaria. Los locales botaron hasta cuatro córners casi consecutivos (serían muchos más a lo largo del partido), bien solventados por la zaga blanquiazul. En el 20, Isi penetraba en el área caracoleando y su disparo raso lo taponaba un defensor. En la siguiente acción, progresaba Bebé por la izquierda y su potente centro chut se le escapaba a Caro, en presencia de Embarba, que no consiguió remachar en boca de gol.  

El meta lavó su error anterior con un espectacular vuelo para desviar a córner un durísimo disparo de Advíncula desde la media luna del área. Y de nuevo intervino con seguridad el meta onubense para atajar un zurdazo cruzado de Trejo desde el interior del área. Dominaba y casi monopolizaba el juego el Rayo (72% de posesión en la primera mitad), aunque la Deportiva se mantenía firme con un juego más directo y usando ambas bandas para iniciar sus ataques.  

A punto de cumplirse la primera media hora, la desgracia se cebó con los madrileños, que se vieron obligados a realizar dos cambios en apenas un minuto por lesiones de Saveljich y de Bebé, sustituidos por Milic y Álvaro García, respectivamente. También se dolió ostensiblemente Yuri, caído en el suelo durante unos instantes, aunque el capitán pudo reincorporarse al juego. Todo ello contribuyó a anestesiar la reacción rayista y a dar algo de aire a los pupilos de Bolo. Es más, los bercianos generaron mayor sensación de peligro en varios balones en largo, defendidos a duras penas por la adelantada defensa franjirroja. El primer tiempo finalizó con poco fútbol y con nueva polémica en la última acción. Y, de nuevo, el VAR decidió que no era punible una porfía aérea entre Franco Russo y Leo Ulloa, señalando el colegiado pontevedrés el túnel de vestuarios.  

Pablo Valcarce se quedó en la caseta y en su lugar entró Larrea para ayudar a Óscar Sielva en la labor de contención en la medular. Y, en su primera intervención, recuperó un balón en campo propio, que rápidamente movió hacia Kaxe; este avanzó por el carril izquierdo, se apoyó en Yuri, quien le devolvió de tacón ya dentro del área, el de Azpeitia prolongó hacia la derecha por donde entraba Isi y el remate del murciano tocó en un defensor para descolocar a Dimitrevski y ampliar la cuenta al minuto del segundo tiempo. Primer gol del extremo, tras una preciosa jugada de contragolpe. De manual.  

Trejo, tras el noveno saque de esquina, cabeceaba fuera en inmejorable posición desde el interior del área pequeña. Jémez, desesperado, quemó sus naves y colocó a Piovaccari como tercer central, avanzando la posición de Advíncula para lanzar una ofensiva total por ambas bandas. Desde la izquierda llegó la gran ocasión rayista para recortar distancias, en un centro endiablado de Álvaro García que Ulloa estrelló en la parte externa del poste derecho. Al contrario, lo que llegó fue el 0-3 tras un córner botado por Ríos Reina desde la derecha que desvió involuntariamente Advíncula hacia su propia portería, en pugna con Isi.  

Los vallecanos, desconcertados por ver rendido su inexpugnable fortín, se lanzaron a una ofensiva desesperada. Como casi siempre desde la esquina, primero fue Comesaña el que no llegaba a embocar por centímetros y, al siguiente, Catena cabeceaba a la red tras tocar Leo Ulloa en el segundo palo. Poco antes, Saúl Crespo había reemplazado a Nacho Gil para oxigenar un poco más la línea de centrocampistas. Y, en el 72, el madrileño Carlos Bravo saltaba al campo en lugar de Yuri, quien apuró tanto su retirada que incluso fue amenazado por el colegiado con la que hubiese sido su segunda amarilla y consiguiente expulsión.  

La grada, fría y hostil contra su directiva hasta ese momento, se animó y llevó en volandas a los suyos hacia la portería de Caro. Pero se trataba de un ataque anárquico, casi suicida, con demasiados jugadores a la espera del remate en el interior del área, parcela en la que se mostraron cómodos y serenos los zagueros bercianos. Apenas un remate franco, de nuevo de Catena tras el enésimo córner, que se perdió ligeramente alto antes de afrontar los diez minutos finales.  

La rigurosa expulsión de Ulloa por pisotón a Carlos Bravo y un remate a la base del poste de Álvaro tras pifiar el despeje Yac pusieron el colofón a un partido que no transcurrió por los cauces previstos y que supone la primera victoria a domicilio de la temporada para los de Jon Pérez Bolo, homenajeado en los prolegómenos por la que fue su afición durante cinco años.

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