Diario de León

BALONMANO

Jaime Fernández: «No tengo prisa ni ansiedad por jugar con la selección absoluta»

La gran proyección del extremo del Abanca Ademar le coloca como uno de los futuribles de la selección española absoluta de balonmano

Jaime Fernández. JESÚS F. SALVADORES

Jaime Fernández. JESÚS F. SALVADORES

León

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Acaba de aterrizar de Argentina donde se ha ganado a pulso el carné de Hispano. Dice que no le obsesiona la llamada de Jordi Ribera, pero su impresionante proyección hace que tarde o temprano su nombre acabe apareciendo en la lista de la selección absoluta para disputar un torneo de los grandes. No elude ninguna pregunta y dicen los que mejor le conocen que es casi tan bueno al fútbol como al deporte que le enamoró y que «hoy me sigue enamorando cada día». Le queda un año más de contrato en el Abanca Ademar y, aunque «está feliz» en León, no esconde que en un futuro le gustaría dar el salto a ligas como la alemana o la francesa.

—¿Cómo valora su paso por el Cuatro Naciones?  

—Como una experiencia muy buena. Iba con muchas ganas y el torneo ayudó a mostrar esa ilusión porque el pabellón estaba casi siempre lleno, la gente se volcó con nosotros y los partidos no fueron mal de todo a pesar de que no tuvimos mucho tiempo para prepararlos. La mayoría no habíamos jugado nunca juntos. Estoy muy agradecido por la oportunidad.  

—¿Se esperaba la llamada?  

—La verdad es que no. En mi posición hay tres o cuatro jugadores que están a un gran nivel y esta convocatoria creo que ha sido porque estamos ahí un grupo nuevo de jugadores llamando a la puerta. Se ha demostrado que somos válidos y que si en alguna circunstancia tenemos que ser seleccionados, se puede contar con nosotros.  

—¿Confía en que si sigue a este nivel será Jordi Ribera quien le llame la próxima vez?  

—Llegar a la selección absoluta es el objetivo de todo jugador. Ojalá me llamen para algún torneo importante, pero lo principal para mí es hacerlo bien en el Ademar porque será el camino para que llegue lo otro. Pero no tengo prisa ni ninguna ansiedad por estar con la absoluta.  

—¿Qué le ha pedido César Montes durante el periplo por Argentina?  

—Han sido más charlas grupales que de forma individual. Me ha sorprendido positivamente el seleccionador, me parece un gran técnico, serio y muy calmado. Nos pidió que nos basásemos en el juego de España y creo que plasmamos bien ese carácter competitivo que tiene esta selección. A pesar de ir perdiendo algunos encuentros pudimos competir.  

—¿Le dijo algo Cadenas antes del encuentro contra Argentina?  

—Nada en especial. Tanto él como yo somos muy competitivos, nos gusta ganar siempre.  

—¿Qué le ha sorprendido de su nuevo técnico?  

—Sobre todo su pasión y sus ganas de entrenar siempre a pesar de la cantidad de años que lleva en la élite del balonmano. No desaprovecha ni un momento y contagia esa pasión al resto.  

—¿Ha recuperado el equipo tras su llegada al banquillo esas señas de identidad tan propias del Ademar como son la buena defensa y el contragolpe que quizá se habían perdido con Guijosa?  

—Puede ser de la última etapa de Rafa, porque los primeros años con él también se corría un montón y se metían muchísimos goles. Luego su forma de ver esa faceta cambió y es cierto que este año con Manolo se ha vuelto a recuperar. La gente dentro del vestuario se encuentra contenta y creo que estamos haciendo mucho daño al contraataque. La afición está también algo más enganchada por ese ritmo de juego.  

—Desde fuera se percibe que Guijosa era más estricto a la hora de hacer rotaciones y Manolo las utiliza en función de momento. ¿Qué prefiere?  

—Bueno, como te decía cada maestrillo tiene su librillo. Rafa no nos decía el tiempo que íbamos a jugar. Pero Manolo tampoco nos da pautas antes de los partidos. Personalmente estoy contento y considero que tanto el rendimiento de José (Carrillo) como el mío está siendo muy bueno hasta ahora. Y si continúa así el marrón será para el entrenador.  

—No es la primera vez en su trayectoria que juega como central pero sí estando en la élite. ¿Cómo se ha encontrado en esa posición?  

—Bien. Sabía que era una circunstancia puntual porque el equipo lo necesitaba. Intenté hacerlo lo mejor posible, sin meterme en demasiados líos y jugando para el equipo. Creo que en los tres partidos hice un gol como central. Los compañeros estuvieron a gusto conmigo en esa posición, no se jugó del todo mal a pesar de que llevaba muchos años sin hacerlo ahí. Conseguimos los seis puntos así que muy contento.  

—¿De quién partió la idea, fue suya o de Cadenas?  

—Fue en un entreno. Manolo me preguntó que si probábamos y como tampoco íbamos a perder nada... Surgió de una manera muy informal, lo entrené durante toda una semana y en el partido frente al Valladolid, que no me esperaba disputarlo entero, me sacó de inicio y la cosa salió bien.  

—¿Esperaban un inicio de temporada tan bueno?  

—Son ocho partidos consecutivos ganando —y desde pretemporada solo perdimos dos; ante Nantes y luego en Liga contra Bidasoa— se podría decir que el nivel es muy bueno pero el margen de mejora es todavía mayor. Los jóvenes vamos a más.  

—¿Quién es el que más le ha sorprendido de los nuevos fichajes?  

—Son muy diferentes en sus formas de jugar. Personalmente me encanta cómo defiende Pedro (Martínez), cómo dirige Tin (Lucin) y la explosividad de Erwin (Feuchtmann). En la portería Patotski está parando un montón, que igual a la gente era el que más dudas le estaba generando, y Rubén (Marchán) está metiendo muchos goles y seguramente se encuentre en el mejor momento de su carrera. Necesitábamos que aportasen como lo están haciendo.  

—Las bajas nunca se agradecen pero el vestuario ha dado un paso adelante ante la adversidad.  

—El carácter de un equipo lo marcan este tipo de circunstancias y el hecho de saber estar en los momentos difíciles. La gente dijo: «es mi oportunidad y aquí estoy».  

—El Balatonfüredi húngaro parece, a priori, de los más asequibles para soñar con el pase a la fase de grupos de la EHF...  

—Es engañoso. Al final aquí en León se han visto a grandes equipos europeos y de repente te dicen un Balatonfüredi y claro que parece un rival más asequible, pero insisto en que la eliminatoria va a ser complicada. Tienen jugadores de un gran nivel y la cosa está al 50%. Es verdad que no es un cruce casi imposible como podía haber sido con algún equipo francés o alemán pero hay que ser cautelosos.  

—¿Les perjudica jugar dos competiciones tan exigentes?  

—No. Todo jugador quiere participar en las mejores competiciones y más nosotros que somos jóvenes. Todo el mundo busca llegar a grandes ligas como la francesa o la alemana y son este tipo de partidos los que marcan la diferencia. Si nos metemos en la fase de grupos tendremos seis partidos de gran nivel.  

—Hay quienes afirman que la EHF es más asequible para el Ademar que la Champions.  

—En mi humilde opinión, para un Ademar como el de hoy en día, pasar a la fase de grupos de la EHF puede ser incluso mejor que jugar la Champions que por supuesto que es una gran competición, pero en el fondo sabes que es remar para morir en la orilla. Esta EHF tiene equipos que te pueden suponer morir pero a los que puedes tratar de tú a tú aunque sean superiores. Tienen que venir a León y sabemos que aquí es difícil ganarnos.  

—¿Y en Liga qué equipos ve a mejor nivel?  

—Más o menos me esperaba cómo está yendo la Liga. Quizá me sorprende la situación del Granollers pero sé que al final estará arriba. Logroño, Bidasoa, Cuenca.  

—Cangas no es la plaza favorita del Ademar?  

—He jugado cuatro veces allí. Perdí dos, empaté uno y gané otro. La gente aprieta mucho. Pocos equipos vencen en esa cancha. Es de los sitios donde menos me gusta jugar. Su forma de juego no nos viene bien pero iremos a vencer como siempre y si lo hacemos, estaremos más cerca del objetivo de la Copa Asobal.  

—¿Se ve jugando en otro club que no sea el Ademar en el futuro?  

—Nunca cierro la puerta a salir de León. Aquí estoy feliz, es mi casa y en el equipo donde siempre soñé jugar, pero creo que quien diga que quiera estar siempre en León miente. Al final aspiras a jugar en las grandes ligas europeas y tampoco es que me quiera ir, tengo un año más de contrato y estoy tranquilo, pero en el futuro se verá. El Ademar es el club perfecto para crecer y disfrutar del balonmano. Es único formando y sacando grandes jugadores.  

—¿Qué se está haciendo mal para que el balonmano no enganche tanto a los aficionados como antes?  

—Nos centramos mucho en conseguir grandes jugadores pagándoles un salario alto, hoy menos que antes, pero los clubes deberían dedicar más parte del presupuesto a promocionar el balonmano. Creo que el espectáculo se debería enfocar de otra manera. No lo vendemos bien. Es triste ver pabellones con 500 personas. Al final cuando haces una buena captación como el otro día en el Palacio de Deportes metes 3.500 personas y ese es el camino. Es un deporte que engancha pero hay que hacerlo atractivo.  

—En la asamblea general de hace unas semanas había socios que se quejaban amargamente por algunos horarios. Los viernes a las 19.00 horas no parece la mejor opción para atraer público al Palacio.  

—Los clubes en ese caso tienen poco que hacer. Se consiguió que la televisión en abierto retransmitiera partidos de balonmano y eso es positivo pero los horarios de este año son como son... Ahí no puedo entrar. Es beneficioso pero deberían dar condiciones que a la gente le vayan mejor.  

—¿Y el parón que llega cada año en enero, perjudica o beneficia?  

—Es complicado. Los que van con las selecciones llegan cansados y los que no, tenemos dos pretemporadas; una de invierno y otra de verano. Hay muchos jugadores que se han quejado e incluso han hecho campañas denunciando que su calendario es una barbaridad en el que juegan hasta 80 encuentros en pocos meses, pero son políticas de muy arriba con las que no se puede luchar.  

—¿Qué le gustaría mejorar de su juego?  

—Muchas cosas. Aún soy muy joven aunque lleve ya unos cuantos años aquí. Me gusta trabajar mucho tanto a nivel estrictamente deportivo como grupal. Estoy contento con la línea que sigo pero quiero ir a más.  

—¿Qué jugadores de la base le están sorprendiendo?  

—Álex Lodos es un gran jugador, lo da todo en cada entreno, algo que por cierto se está perdiendo. No me refiero aquí en León sino a nivel de todo el país. Chicos que suben al primer equipo y no les hace tanta ilusión. Álex si lo hace. Otro que me sorprende por su entrega es Álvaro Fernández.  

—¿Y a qué atribuye esa falta de ganas por llegar a la élite?  

—Bueno, son muchos factores. Hoy en día los jóvenes tienen las cosas más fáciles que antes. Yo también lo tuve bastante fácil a nivel de poder entrenar en buenas condiciones. Considero que antes cuando te llamaban para subir a entrenar al primer equipo la ilusión era enorme y ahora, en general, muchos prefieren tomárselo como un hobby. Pero insisto que no me refiero a la cantera del Ademar sino en general en el balonmano español.  

—No muchos saben que Jaime Fernández es tan bueno jugando al fútbol como al balonmano. ¿Se arrepiente de no haber elegido el camino del deporte rey?  

—En absoluto. Ahora al fútbol soy bastante flojo, se me ha olvidado bastante (Risas). Antes me gustaba mucho jugar pero no me arrepiento de haber apostado por el balonmano, es el deporte que me enamoró y me sigue enamorando cada vez que juego.

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