Fútbol | Selección española
Robert Moreno evita la guerra
El técnico catalán percibirá 600.000 euros tras desvincularse de la selección. Da las gracias y decide no caer "en la espiral de reproches y justificaciones"
Elegante despedida de Robert Moreno tras firmar su desvinculación con la Federación Española de Fútbol. El que hasta el martes fuera seleccionador español emitió ayer un comunicado en el que dio su versión de los acontecimientos que desencadenaron su tempestuosa salida de La Roja, evitando hurgar en la herida y sin entrar en guerras con Luis Rubiales. «Tengo la conciencia tranquila», afirma el técnico catalán en una nota en la opta por las buenas maneras y elude cualquier signo de acritud hacia el ente federativo. «Valorar las últimas horas en el cargo o incluso los últimos días sólo serviría para entrar en una espiral de reproches y justificaciones por cada una de las partes. No lo voy a hacer. No le veo ningún sentido», aduce.
«Siempre he mantenido que soy un hombre de palabra, que no sería impedimento en el caso de que Luis Enrique decidiera volver a entrenar. Así lo he hecho aunque haya supuesto mi salida. Le deseo lo mejor porque sus alegrías serán las nuestras», afirma con tono conciliador quien fuera segundo de Lucho pese a que la relación de amistad entre ambos ha quedado truncada por lo ocurrido en los últimos días. «Gracias a todos los jugadores por su dedicación y entrega en todas las concentraciones. He tratado de ser justo, honrado y directo con ellos. He querido ayudarles a desarrollar su tarea en el campo de la mejor forma posible», señala el catalán, que dice haber «sentido el cariño de la gente» y agradece también «a todos los integrantes de la Real Federación Española de Fútbol el trato recibido» durante su estancia en la selección absoluta. «Me he sentido querido y respetado», enfatiza después de resaltar que es «imposible agradar a todo el mundo». «No pierdo un staff, lo que dejo atrás son amigos», dice en otro de los pasajes de su nota, diplomática también en lo tocante a su relación con la prensa y que concluye con una petición de que se le valore «por lo realizado» y no por quién es, una alusión a las siete victorias y dos empates que constituyen su balance como seleccionador nacional pese a que llegó al cargo sin bagaje como técnico principal. «Mi experiencia como seleccionador absoluto comenzó y ha acabado de un mismo modo, con sabor agridulce. Toca mirar hacia adelante y afrontar nuevos retos como entrenador en mi pasión, el fútbol. Estoy preparado para afrontar el reto de liderar nuevos proyectos», remacha.
Las explicaciones de Robert Moreno llegaron después de que sus abogados firmasen el martes el finiquito por el que se desvinculaba de La Roja. Aunque el organismo no ha confirmado el montante que percibirá el hasta ahora seleccionador, le correspondían 500.000 euros por la resolución del contrato si bien la cantidad final ronda los 600.000 euros. El preparador, que llegó a La Roja de la mano de Luis Enrique y que sale de la misma por el retorno del gijonés, optó por despedirse como un señor un día después de que Rubiales argumentase que fue el propio Robert Moreno el que precipitó los acontecimientos enviándole un mensaje a Molina en el que le pedía «acordar una salida». Él habría sido también, de acuerdo con la versión de Rubiales, el primero en alertar a la Federación de que el asturiano quería regresar al banquillo.
La Federación confiaba en que el catalán tuviese una despedida elegante que permitiese aminorar la crispación de las últimas horas, allanando el retorno de Luis Enrique a una selección convulsionada, con futbolistas estupefactos al ver a Robert Moreno llorando en el vestuario del Wanda Metropolitano tras la goleada a Rumanía.