La batalla de Cuenca deja a varios jugadores tocados para Europa
La intensidad defensiva con la que se empleó Cuenca frente al Abanca Ademar ha dejado consecuencias en la plantilla justo antes del partido europeo ante el Balatonfüredi. De hecho, tres jugadores del primer equipo no pudieron completar ayer el entrenamiento junto al resto de los compañeros.
Lo que más preocupa es la contusión que arrastra en una de sus manos el central croata Tin Lucin, que, en principio llegará al encuentro de mañana, aunque habrá que ver en qué condiciones. Tampoco está totalmente recuperado Pedro Martínez Camí. Uno de los peor parados en El Sargal fue el máximo goleador del conjunto leonés David Fernández, que recibió varios golpes en el rostro, algunos demasiado duros para lo que permite el reglamento. Más allá de eso, tiene también una lumbalgia. Y Rubén Marchán tampoco salió ileso de territorio hostil. El pivote y uno de los principales referentes ofensivos del Abanca Ademar recayó de su esguince de tobillo y habrá que ver cómo evoluciona en las próximas horas, aunque desde el club dan por hecho que estará listo para el enfrentamiento de mañana en el Palacio.
Nadie quiere perderse uno de los compromisos más atractivos del año, ante un rival húngaro que aterriza en León con una ventaja de tres goles. Si los de Cadenas remontan esa diferencia, estarán en la fase de grupos de la EHF, que garantiza un buen número de partidos bajo el influjo europeo durante la segunda vuelta.