Rodrigo bien vale unos octavos de final

El Valencia volverá a disputar los octavos de final de la Liga de Campeones siete años después. Y lo hará con honores, dejando en la estacada al Ajax, semifinalista en la edición anterior, en un derroche de esfuerzo, compromiso y concentración defensiva en el Johan Cruyff ArenA de Amsterdam. Aguantando un chaparrón de ocasiones en las botas de unos futbolistas que doce meses atrás golearon al Real Madrid en el Santiago Bernabéu y vencieron a la Juventus en Turín. Explotando al máximo el solitario gol de Rodrigo Moreno, un delantero de primer nivel europeo.

El '19' del Valencia vive continuamente bajo el foco de la sospecha. De la calidad siempre se duda cuando no se traduce en puntos, y el hispano-brasileño apenas había conseguido tres con otros tantos goles en una temporada turbulenta en Mestalla. Esos tres, sin embargo, son los que junto a los de este martes escriben en mayúsculas el último capítulo de la historia continental del club en la década que ya termina.

Sabía el Valencia que para clasificarse en Amsterdam tendría que ganar, muy probablemente, y sabía también que para lograrlo sufriría porque robarle el balón al Ajax no formaba parte de ninguno de los guiones del partido. Pasaba el deber entonces por hacer daño al contragolpe y no conceder espacios cerca del área de Jaume, titular sin el lesionado Cillessen.

El pronóstico se cumplió desde el minuto uno al 96, con el conjunto ché encerrado frente a su portero. Con Gabriel Paulista expulsado muy rigurosamente por enzarzarse con Tadic, con Wass despejando mal y tarde un balón comprometido y con Jaume salvando el gol sobre la línea, justo después de haberle sacado una mano ágil al zurdazo de Ziyech, todo en el descuento. Con una media volea de Lang en el área pequeña saliendo desviada. Con el 'cazador' Huntelaar, en fin, acechando sin éxito en el que fue el coto privado de Gabriel y Diakhaby, dos titanes exhibiéndose en un país en el que los centrales prefieren anticipar que meter la pierna.

La clasificación con liderato incluido del Valencia tiene varios nombres propios, como el de Gabriel y como el de Parejo, sastre elegante en el fino arte del corte y la confección de fútbol, el último mohicano que vivió unos octavos en Mestalla y repetirá en febrero. Como el de Ferran Torres, clave en la goleada al Lille y también en la histórica velada de Amsterdam.

Suya fue la asistencia de gol en el primer acercamiento claro del Valencia a la portería de Onana. Recogió en la derecha el balón de Gayà y, tras mirar al segundo palo en busca de un cabeceador, encontró a Rodrigo en el desmarque, resquebrajando la defensa del Ajax hasta llegar al primer poste. Control y remate con la derecha, directo a la escuadra y al bombo de octavos de final.