La Cultural estrena el año con victoria

Cuarenta años después de su victoria por 0-2, la Cultural se llevó de nuevo los tres puntos de Fadura, tras imponerse por 1-2, con más sufrimiento del esperado en el tramo final del encuentro. Tras un soberano repaso en unos 45 minutos iniciales de excepcional juego, no supieron los visitantes cerrar el marcador en las numerosas oportunidades de que dispusieron en la que a la postre sería su cuarta victoria lejos de su feudo. Demostraron también los de José Manuel Aira el porqué son también los menos goleados del grupo y sólo en la prolongación iban a pedir la hora ante un Arenas que encadena su segunda derrota consecutiva tras haber conseguido los doce puntos anteriores, que le habían sacado de puestos de descenso.

Comentaba Aira en la previa que estaban contentos y el equipo preparado para competir bien en un Fadura que, hasta la fecha, no había beneficiado a los de Olaizola, aunque era un grupo en crecimiento. Y es que el terreno, con numerosas y visibles calvas, perjudicaba a todos los que quieren jugar al fútbol, aunque ayer no había barro. A eso venían los del Reino de León, con todos los hombres disponibles con la única y reciente baja del boliviano Roberto Carlos. Con Montes y Alfonso Martín por delante de su defensa aguantaron bien las iniciales embestidas de los getxotarras. Además, no desperdiciaban cualquier intento de salir al contragolpe y ya en el minuto cuatro Dioni estuvo a punto de sorprender a los locales y el esférico terminaba en saque de esquina. Los dos conjuntos querían jugar el balón, y estaban con ganas de cerrar con una buena imagen la primera vuelta. Pero los que iban a disfrutar sin haberse cumplido el cuarto de hora de juego serían los de Aira. Abrían el marcador tras un error defensivo, en un centro desde la izquierda que era rematado raso y cruzado al palo contrario por un Dani Pichín que, bien colocado, no iba a perdonar su primer regalo de Reyes.

Los vizcaínos acusaron el mazazo y a su mente volvían los fantasmas del principio de la campaña, cuando no eran capaces de vencer en su feudo. Mientras, los de León vieron la herida y, cinco minutos después, hacían más sangre. Kawaya se iba por el centro y cómodamente remataba a media altura para anotar su cuarto tanto de la temporada y así dejar el belga la contienda muy cuesta arriba para los vascos. Lo que se veía era que la brutal presión y la velocidad de la Cultu, en cuanto se hacía con el cuero, desarbolaba una y otra vez las líneas rojinegras y el peligro rondaba continuamente el área de Carrio, que tuvo que salvar a los suyos en otras dos oportunidades.

Primero a un remate de Luque que despejaba el arquero con la cara, y luego tirándose a los pies de Dioni, al que robó la pelota cuando su remate hubiera significado seguramente un nuevo tanto. En el tramo final no hubo respuesta por parte arenera, sólo un córner y un disparo lejano de Matador que se iba muy alto.

Tras un primer tiempo excepcional por parte visitante, en la segunda mitad el Arenas tenía que cambiar su pésima imagen si quería lograr aspirar a un empate que arreglara el desaguisado de los 45 iniciales. Intentaron profundizar los de Olaizola para acercarse al área de Leandro, pero les costaba un mundo conseguirlo. No así a la Cultural, que seguía llegando y en las estrategias, muy bien puestas con efecto por Luque, ahora sería un forzado Rodas el que pudo marcar con la testa para aumentar la diferencia.

El técnico vasco, visto el penoso panorama, dio entrada a Vidal que iba a revolucionar el partido y los suyos mejoraron de manera ostensible. Provocaron tres córners prácticamente seguidos y el citado Vidal y Urkiza, con sendos chuts cruzados, pudieron acortar las diferencias. No lo consiguieron y sufrieron la desgracia de la lesión del propio Vidal, que apenas estuvo diez minutos en el verde. Ahora los de León pasarían de nuevo a dominar y a disfrutar en el área de Carrio. Este, tras cometer un error en un jugada con el pie, tendría que emplearse a fondo para detener el posterior remate cruzado de Dioni cuando se cantaba el gol. El encuentro estaba nervioso, y también José Manuel Aira incorporó a Menudo, que un minuto después de entrar en el terreno de juego, botaba un saque de esquina y casi conseguía marcar un gol olímpico.

Poco después, entre Carrio y el primer palo evitaban de nuevo que la pelota se colara en las redes vizcaínas. A ráfagas ahora también el Arenas llegaba ante Leandro, que igualmente quiso demostrar su gran nivel. Y lo hizo cuando Etxaniz remataba de cabeza un balón parado y el cancerbero valenciano se tuvo que estirar de forma espectacular para despejar a córner. Cuando parecía que el encuentro iba a acabar con el 0-2, en los últimos compases el trabajo grupal de los visitantes evitaría que los ímpetus del Arenas alcanzaran un empate que buscaron desesperadamente tras el tanto de Zarzo. A la sazón, un hombre cedido por la Ponferradina. Pero el gol arenero quedó en anécdota.