Luis Ángel Duque, al borde de la prórroga
Un año después, el 16 de diciembre de 2003, la fortuna volvería a emparejar a la Cultural y al Atlético de Madrid, de nuevo en dieciseisavos de final de la Copa del Rey, y ahora con Luis Ángel Duque como técnico culturalista. El madrileño no cesó de moverse en el banquillo. No le faltó al final del partido, cuando estuvo a punto de forzar la prórroga, al explicar sobre lo que habría pasado en caso de que Fernando Torres no hubiera anotado el gol de la victoria a falta de dos minutos para la conclusión del choque copero. «A cojón visto, macho es», con su clásico chascarrillo lleno de ironía, razonó la eliminación en el torneo de Copa.