El Barça quiere olvidar el caos
El conjunto de Setién se mide hoy al Athletic en plena crisis institucional entre Messi y Abidal Los azulgrana necesitan recuperar su mejor versión de juego
Todas las entradas vendidas en Bilbao. Si los 43.000 socios no fallan, y no se espera que lo hagan, las 53.289 localidades del nuevo San Mamés estarán ocupadas y por primera vez se registrará un lleno completo. El ambiente y el estado de ánimo con los que el Athletic afronta el partido único de los cuartos de final de la Copa del Rey (21.00 horas, Cuatro y Dazn) contrasta con la crisis que se vive en un Barça que parece decidido a autodestruirse en un inicio de 2020 esperpéntico. En medio de la tormenta provocada por las declaraciones de Eric Abidal, secretario técnico, señalando a los jugadores como culpables del adiós de Ernesto Valverde «porque no trabajaban ni estaban a gusto», y de la respuesta de Leo Messi, instándole «a dar nombres y a asumir sus respondabilidades», sólo el verbo de Quique Setién ha ayudado a tranquilizar a un club enloquecido.
«La mayor parte de las cosas que me estáis mencionanddo son importantes, pero a mí no me afectan. Intento que no afecten a mis jugadores. Hemos hablado un minuto sobre este tema. Tenemos la obligación de centrarnos en el partido. Lo que me interesa es el fútbol. Todo lo demás son situaciones que no voy a poder controlar, por lo tanto no me desgasto. De fútbol, hablamos lo que sea, que es lo que me interesa. A los futbolistas, también», comentó el técnico cántabro en la previa, dejando claro que nos se arrepiente de haber firmado por el Barça: «Es verdad que hace un mes no tenía ningún problema, pero benditos problemas. Mi vida nunca ha sido fácil. Esto es lo que uno se imagina que pasa cuando llega a un equipo de esta dimensión. Ya lo dije en Sevilla. A mí me empuja el viento del norte y es muy fuerte. No me caigo tan fácil. Esto va a ir adelante y va a salir muy bien».