Balonmano
Un soberbio Ademar conquista Irún
Más que una victoria, lo que ayer logró el Abanca Ademar en la pista del Bidasoa (23-27) fue una gesta en la que pocos creían, un golpe de autoridad encima de la mesa y sobre todo, un aviso serio a navegantes; los de Cadenas van muy en serio. Poco importaron los casi dos meses sin competir, ni las diferencias abismales entre ambas plantillas —los irundarras tienen el segundo presupuesto más alto de la competición tras el Barcelona—. El conjunto leonés se lo creyó de principio a fin, supo reponerse a sus propios errores, neutralizó los aciertos del rival y además de corazón —algo innato a ese escudo— jugó con cabeza cuando hizo falta.
En un escenario siempre hostil, el Ademar quiso estrenar la segunda vuelta de la Liga por todo lo alto sumando dos puntos de oro que les aferran más que nunca a la segunda plaza y dejan a su principal contrincante por el subcampeonato a cuatro de distancia. No es definitivo, pero psicológicamente resulta prometedor.
El equipo blanco —ayer vestido con los colores de la bandera leonesa— saltó a la pista concentrado, sabiendo que a priori tenía todo en contra, con la etiqueta de ‘equipo menor’ y el cartel de favorito en el otro banquillo. Justo lo que necesitaba para que la presión pasase directamente a los de Jacobo Cuétara que, a pesar de las bajas, gozan de una segunda unidad casi tan competitiva como la titular. El 0-4 inicial de los ademaristas sorprendió a propios y extraños. Una declaración de intenciones de lo que iban a ser los siguientes 60 minutos. Pero nada iba a ser tan sencillo. Y menos contra el Bidasoa. Después de unos minutos noqueados, los locales contestaron con un inapelable parcial de 6-0 que, lejos de amilanar a los de Cadenas, aumentó el nivel de un duelo que empieza a ser todo un clásico de muchos quilates dentro de la competición nacional. El técnico de Valdevimbre supo leer como nadie la reacción vasca, despejando la pájara de los suyos con un tiempo muerto capital.
Todo el bloque
Dino Slavic regresó a la portería de los leoneses tal cual se fue al parón de selecciones; por todo lo alto. Sus intervenciones evitaron que el Bidasoa se marchase en el marcador, algo que sin duda habría cambiado el signo del encuentro. Pasados los peores minutos del Ademar, las tornas volverían a igualarse poco a poco para sorpresa del respetable, que se las prometía felices. Ledo, por su parte, también iba a brillar bajo palos como de costumbre. Increíbles las paradas de ambos guardametas.
El 5-1 en defensa de Ademar con salidas muy dinámicas mantenía a raya a los ataques bidasotarras. Bartok debutaba en Bidasoa, apellido de ilustre sonoridad en León, pero Slavic sellaba su séptimo paradón para que a los 16 minutos, finalmente, David Fernández —a la postre máximo goleador de los leoneses junto a Rubén Marchán— rompiera la racha con un delicado lanzamiento de zurda (6-5). Las buenas circulaciones de balón hacia los extremos mantenían la igualdad.
Pero varias pérdidas de balón de la primera línea leonesa facilitaban que el esfuerzo defensivo local se tradujera después en rentas que aumentaban poco a poco, sólo salvando Slavic al Ademar de un marcador más doloroso. Hasta que un gran robo de Pedro Martínez ponía en la contra el 9-8 a los 23 minutos. Los fronterizos mantenían una corta renta porque el ataque leonés no carburaba en exceso pero a cambio Slavic se movía en porcentajes cerca del 50% (11-10, minuto 27). Y en inferioridad por exclusión de Donlin, los maristas forzaban dos pérdidas de Bidasoa, pura concentración defensiva. Y así, a veinte segundos del descanso David Fernández, gran solución arriba, devolvía la igualdad al marcador. La enésima parada de Slavic sobre la bocina dejaba las cosas en el asueto con once iguales, total igualdad en la pista y en el electrónico (11-11).
Empezaba el segundo acto con pérdidas en ataque local y Marchán devolviendo la ventaja con tres dianas de salida en 7 metros. A los seis minutos Kauldi Odriozola devolvía la igualdad al marcador con empate a 14, y es que al Ademar se le atragantaba el adelantado en el 5-1 de la defensa guipuzcoana. Cadenas optó por reajustar su maquinaria con un tiempo muerto y respondían los jugadores en pista poniendo el 14-16 a los nueve minutos. Y cuando no era Slavic, era la madera quien se aliaba con un Ademar que entraba en el tramo decisivo en la mejor condición. Y es que a los trece minutos, un maravilloso giro de muñeca de Marchán daba la máxima ventaja al Abanca Ademar, tres dianas, unas rentas que después crecían a cuatro para el tiempo muerto de Cuétara con 15-19 en el luminoso.
El técnico de Bidasoa le daba minutos a Rangel Luan bajo los palos y el arquero respondía con dos buenas paradas que estrechaban los márgenes, 19-21 tras un golazo del magiar Bartok a los 19 minutos. Cada ataque comenzaba a pesar en la responsabilidad de los equipos, más en Bidasoa al ir por detrás en el tanteo. Slavic incluso detenía con la cara un misil de Bartok, acción ciertamente dolorosa, y el Abanca Ademar seguía mostrando mucha seriedad sobre la exigente pista de Irún. Un golazo de David Fernández volvía a poner un +cuatro (19-23).
Se entraba en los cinco minutos finales con tres de renta para los leoneses, pero las pérdidas lastraban más a los bidasotarras en el segundo periodo y Mario ponía un casi definitivo 20-25 a falta de tres minutos y cincuenta segundos. No tiraron la toalla los amarillos mientras Ademar administraba bien su diferencia con el cronómetro. David seguía machacando con su zurda logrando dianas clave y a dos minutos y medio, defensa individual a toda cancha de Bidasoa con 22-26. Hermoso el esfuerzo vasco, tres abajo a dos minutos y defensa pegajosa, pero los maristas supieron conservar la calma y Mario sentenció con una diana número 27 de los suyos.