Santi Mina neutraliza la remontada del Madrid

El Real Madrid se dejó parte de su colchón sobre el Barça (2-2) con un inesperado empate ante el Celta que complica el panorama de los blancos a dos semanas de un clásico destinado a ser determinante en el devenir liguero. Un gol de Santi Mina en la recta final del partido tras un fabuloso pase del exazulgrana Denis Suárez dio un punto de oro al conjunto olívico, que se mantiene fuera de los puestos de descenso por segunda jornada seguida gracias a una efectividad sobresaliente del valiente cuadro gallego, que por fin puntuó en el feudo de Chamartín tras siete derrotas consecutivas en Liga.

Vio escapar el equipo de Zidane un triunfo que parecía tener en la mano tras remontar el tempranero gol de Smolov con tantos en la segunda parte de Kroos, auténtica bestia negra del conjunto celeste, y Sergio Ramos, inapelable desde los once metros para convertir un penalti inocente de Rubén a Hazard, cuyo dinamismo en los 70 minutos que le concedió Zidane para que acumulase kilómetros de cara a los envites decisivos que se avecinan hizo olvidar sus casi tres meses en el dique seco. Patinazo inopinado del líder, pese a que Zidane no reparó en miramientos con un adversario de la zona baja de la tabla y concedió la titularidad a Hazard para conformar un tridente llamado a sajar rivales pero que apenas ha enseñado los colmillos entre la lesión del belga y las episódicas apariciones de Bale.

Plasmaba la tabla un abismo entre el primero y el antepenúltimo clasificado, distanciados por 32 puntos antes del silbido inicial de un duelo entre el segundo máximo goleador y mejor defensor de Primera y el segundo peor artillero de la categoría. Pero el fútbol tiende a veces a minusvalorar esas diferencias y ahí radica una de sus grandezas. Apremiaban las urgencias al Celta, que salió con coraje y pescó a la primera. Encontró Aspas el hueco entre Carvajal y Varane y filtró un pase milimétrico a Smolov, que empaló con la diestra ante un vendido Courtois. Primera diana con la elástica celeste del ruso, que tuvo campañas notables en el Krasnodar antes de venir a menos en el Lokomotiv. No marcaba un ruso en el Bernabéu desde que lo hiciera en 2003 Alexander Mostovoi, zar por antonomasia en tierras viguesas.

Ni un remate entre palos del Real Madrid al descanso pese a su abrumador dominio y el dinamismo de un Harzard que no parecía sentir los meses de inactividad. Llamó Zidane a capítulo a sus tropas en el intermedio con un mandamiento terminante: acabar con eso envíos insulsos. El efecto fue inmediato. Raseando el esférico encontró el Real Madrid el botín que persiguió por la vía equivocada en el primer tiempo. Así lo cazó Kroos en el corazón del área para poner la bola junto a la cepa del palo. Sexto gol del teutón al Celta, al que lleva vacunado sin tregua desde 2015.

El 42,85% de sus catorce dianas ligueras han tenido como receptor al conjunto celeste, de lejos su víctima predilecta. Equilibrado el marcador, el Celta perdió pie. Atrincherado en su área, recibió la segunda puñalada cuando Rubén derribó a Hazard pugnando por un balón que ya se perdía por la línea de fondo. Ajustició Sergio Ramos, infalible desde los once metros. No falla un penalti desde el 9 de abril de 2018, contra el Sevilla. Desde entonces, 19 de 19. Movió el árbol Oscar García en pos de un punto que valía oro. Fuera Bradaric y Smolov y dentro Denis Suárez y Santi Mina. Dos repatriados a comienzos de temporada con el objetivo de pelear por Europa que han perdido fuelle a medida que el Celta confrontaba su dura realidad. Al ex del Valencia y al que fuera azulgrana les bastaron unos minutos para dar cuenta de lo acertado de los cambios. Filtró el centrocampista y embocó el delantero. El Barça ya está a un punto del líder.