Diario de León

José Manuel Aira | Entrenador de la Cultural y Deportiva Leonesa

«No temo por mi destitución porque tengo el apoyo de los que dirigen la Cultural»

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José Manuel Aira (Ponferrada, 1976) afirma que se siente con fuerzas para sacar al equipo de la crítica situación de juego y de resultados por la que atraviesa. No se siente cuestionado ni teme su destitución, porque tiene el apoyo de los que dirigen la Cultural y Deportiva Leonesa.

—¿Qué supone la derrota del domingo ante el Guijuelo para la Cultural y también para Aira?

—Significa un punto de inflexión. Es un punto y aparte. Es una derrota dura. Es una derrota con la que tengo que ser autocrítico, porque creo que a partir del primer gol dejamos de competir. Si algo nos ha hecho fuertes y ser alabados por todo el mundo ha sido nuestra manera de competir en todos y cada uno de los partidos, desde el primer minuto hasta el último, independientemente del resultado que tengamos en este momento. Frente al Guijuelo eso no lo hicimos. Por este motivo digo que ese partido tiene que ser un punto de inflexión o un punto y aparte. El máximo culpable soy yo como la persona que tiene la máxima responsabilidad de lo que sucedió en el campo. Como lo fue el encuentro ante el Logroñés de la primera vuelta.

Refuerzo de Aspire
«Tuve una conversación con Iván Bravo para manifestarnos su respaldo»

—¿Qué le sucede a la Cultural que ya no repite aquellos partidos tan brillantes de principio de temporada, sobre todo en su Reino?

—Creo que entonces éramos un equipo que conseguíamos abrir los partidos muy pronto. Ello significaba que el rival si quería sumar contra nosotros tenía que ir a provocar algo, a buscarnos más arriba. Y nosotros en ese contexto de partido con espacios y con los rivales pensando más en atacarte que en defenderse somos fuertes y éramos muy fuertes. Poco a poco nos ha costado más abrir los partidos y por lo tanto son partidos más cerrados, partidos en los que el rival no tiene que exponer tanto y así es mucho más difícil para los jugadores irse, encontrar los espacios porque tienes que ser muy preciso con el balón. Eso es un poco la consecuencia de que ahora no seamos tan solventes. De ahí viene esta ineficacia en el área contraria, a pesar de llegar muchas veces. Nos está costando el poder poner los partidos donde nosotros queremos, que es donde nosotros somos fuertes. Nos está llevando a un contexto de partido en el que a nosotros nos cuesta más. Por eso estamos viendo que los triunfos no son tan amplios y que hemos tenido más derrotas de las que quisiéramos y de las que esperásemos.

—¿Por qué la Cultural es el equipo que más derrotas acumula de los que ocupan en estos momentos las plazas de fase de ascenso?

—Es consecuencia de lo que te acabo comentar. Al final las derrotas vienen por algo. Se producen porque algo no se está haciendo bien. No estás realizando el juego y los movimientos de la forma adecuada. Es verdad que no todas las derrotas son iguales. No es lo mismo la del domingo ante el Guijuelo que la derrota contra el Logroñés en casa o frente al Athletic de Bilbao en Lezama. O también las derrotas ante el Calahorra o el Valladolid B. Para mí son todas distintas. Se puede perder si juegas como lo hicimos en Calahorra o si desarrollamos una segunda parte como la que hicimos frente al Logroñés en el Reino. No se puede perder bajando los brazos y dejando de competir como lo hicimos el domingo en Guijuelo. Eso es responsabilidad de quien lidera ese proyecto, que en este caso soy yo. Y por eso te digo que tiene que ser un punto y parte.

Llamazares, en Guijuelo
«Me transmitió tranquilidad, confianza en nuestro trabajo y que sigamos insistiendo»

—¿Qué es lo que no se está haciendo bien?

—No estamos haciendo bien las cosas en las áreas. Las áreas son al final las que te dan y las que te quitan. Son las que definen y marcan lo que va a suceder en un partido. No estamos siendo fuertes en las áreas. En la nuestra no concedemos mucho, salvo en el partido ante el Guijuelo, en el que concedimos demasiado. Pero si lo poco que concedemos acaba en gol, tenemos que estar más seguros atrás. Y el área rival lo estamos pisando mucho, pero no estamos obteniendo todo lo que deberíamos. No estamos rematando todo lo que deberíamos, ni estamos anotando tantos goles como deberíamos. Entonces ese es nuestro principal lastre. Lo que pasa entre una y otra área en casi todos los partidos lo dominamos, pero después las áreas nos están lastrando. Por eso llevamos los puntos que llevamos y las derrotas que acumulamos. Tenemos que ser lo suficientemente autocríticos con nosotros mismos para buscar las soluciones a todo eso que está pasando en los partidos.

—¿Qué tiene que ver en el bajón del equipo que tres futbolistas de la importancia de Alfonso Martín, Andy Kawaya o Dioni no atraviesen por su mejor momento?

—Bueno, pero ello deriva en oportunidades para otros. Si hemos dicho que disponemos de una muy buena plantilla, como ya lo decíamos en agosto y lo dijimos cuando se cerró el mercado de enero, no me voy a contradecir ahora. Sigo pensando lo mismo. Continuo diciendo que tenemos una gran plantilla. La plantilla tiene recursos. Para esas situaciones, en las que algunos jugadores no están dando el rendimiento que estaban ofreciendo hace dos meses, pues ahí surgen oportunidades. Si Alfonso no está bien, ello ha servido para ver a Éric Montes y que Éric emerja. Si Andy no está en su mejor momento, ello servirá para que entren Dani Pichín, Menudo o Gudiño. Si Dioni no está tan fino servirá para que Sergio Benito también reclame y tenga el rendimiento que dio en la Copa. También para que Héctor Hernández nos apoye. Al final se trata de gestionar los recursos que tienes en la plantilla. Y seguramente vayan apareciendo otras incidencias en el juego. También que estos jugadores vuelvan a dar su mejor nivel lo más pronto posible.

Contundente
«Si la solución pasa porque yo no sea el entrenador no tardaría ni medio segundo en apartarme»

—Después del bajón que ha dado el equipo, ¿está seguro de que sigue siendo la persona indicada para levantar el rendimiento y devolver los buenos resultados?

—Pienso ciegamente que los que están a mi alrededor, tanto gente del cuerpo técnico como sobre todo los jugadores creen en nuestro trabajo. Si hubiese alguna duda de que no tuviese esa credibilidad absoluta al cien por cien, Aira no sería ningún impedimento para que la Cultural consiguiese sus objetivos. Mi ego hace muchísimos años que lo dejé atrás. Nunca lo he tenido y no voy a intentar forzar ninguna situación si yo tuviese algún tipo de duda. Veo trabajar al equipo, miro a la cara de los jugadores y estoy seguro de que volveremos a tener el rendimiento y los resultados que todos queremos. Son situaciones que se dan todas las temporadas y que ya he vivido en otros clubes. Lo que hay que intentar es trabajar para dar la vuelta a esta mala racha lo antes posible.

—¿Piensa en la posibilidad de que vuelva a repetirse que la Cultural se quede esta temporada de nuevo fuera de las plazas de play off de ascenso?

—A nadie se le pasa por la cabeza. Por eso digo que al final nadie puede pensar que es más importante que los objetivos del club. Hay que saber detectar si algo va por el camino que tú quieres o no. Todos somos muy importantes, pero nadie es imprescindible. Si yo detectase que la solución pasa porque yo no sea el entrenador no tardaría ni medio segundo en apartarme. Eso lo tengo clarísimo. Creo que estamos en el en el camino correcto, que estamos bien situados y que tenemos un borrón ante el Guijuelo, un partido en el que no estuvimos bien. Hay que reconocerlo. Hay que asumir las críticas que vengan, igual que asumimos los elogios cuando tocan, y nos han elogiado hace muy poquito. Ahora vienen momentos de críticas y hay que asumirlos con toda normalidad. Es necesario trabajar e insistir en mejorar lo que estamos haciendo, porque ahora mismo no nos llega para hacer el equipo que nosotros queremos.

—¿Qué le dijo Felipe Llamazares a pie de campo al finalizar el partido frente al Guijuelo?

—Desde el club siempre me han transmitido tranquilidad, confianza máxima en nuestro trabajo y que sigamos insistiendo, que sigamos trabajando. Es un club muy estable para un entrenador. Muy estable porque se valora mucho el trabajo. Lo dije en la presentación de mi segunda etapa como entrenador de la Cultural, si no se valorase ese trabajo nosotros no estaríamos aquí, porque el año pasado no logramos el objetivo para el que se nos contrató. Ese es el mensaje de Felipe Llamazares, de Ricardo Pozo desde la dirección deportiva, de Iván Bravo que he tenido una conversación con él. Así que tranquilidad absoluta. Lógicamente existe ese grado de preocupación cuando no consigues que el equipo compita como tiene que hacerlo, pero también saben y sabemos que somos capaces de darle la vuelta. No nos olvidemos de lo que hemos hecho hace muy poquito. El equipo lo tiene. Hay que volver a sacarlo.

—¿En algún momento se le ha pasado por la cabeza una destitución como entrenador de la Cultural?

—Me siento muy respaldado por los que dirigen la Cultural, porque me transmiten su apoyo y como te dije antes, desde que llevo aquí la valoración de nuestro trabajo por su parte es muy alta. Es algo de agradecer. Por ese respaldo me siento orgulloso y agradecido. También tengo que decir que los entrenadores tenemos que ser realistas. Los entrenadores somos esclavos de los resultados. Tenemos que trabajar al margen, pero somos esclavos de ellos. Al final tu tienes que ganar y lo que le da la fuerza a un entrenador y lo que le da la posibilidad de trabajar en la mayoría de los clubes, aunque en esta entidad como he dicho antes se valora muchísimo el trabajo, tienes que conseguir que tu equipo gane, porque de lo contrario es muy difícil mantener tu puesto de trabajo.

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