El reto leonés de llegar a la final de la Copa, con permiso de Logroño y Barça
El Abanca Ademar disputó hace una década en Antequera su última final de la Copa del Rey, perdiendo, tras prórroga, ante el equipo el Barcelona (38-35), después de llegar con empate a 31 al final del tiempo reglamentado y el fin de semana en la Caja Mágica de Madrid, intentará reeditar este hito, aunque su camino se presenta tremendamente espinoso. Los leoneses, que rozaron con los dedos en aquella ocasión en tierras malagueñas el que hubiera sido su segundo título copero tras el logrado en Torrevieja casi una década antes -temporada 2001-02-, acabaron chocando ante el conjunto azulgrana que poco después iniciaría una tiranía que le ha hecho conquistar siete títulos consecutivos.
El sorteo copero en esta ocasión juega en contra de un Ademar que primero tendría que superar en los cuartos de final el próximo viernes al Ciudad de Logroño, equipo que le persigue en la clasificación liguera y, si fuera capaz de acceder a semifinales, su rival seguramente sea el vigente campeón, FC Barcelona, si no se produce la sorpresa de la Copa cayendo ante el Granollers.
Por tanto, el camino es más que exigente para el conjunto de Cadenas, que ya sabe lo que es ganar la Copa del Rey con el Ademar, al conseguirlo en Torrevieja, en aquella ocasión sin acudir como favorito, pero con los noruegos Vatne y Kjelling que fueron la sensación del torneo. Antes de la última final en Antequera, el equipo leonés, también dirigido por Cadenas disputó su segunda final -acumula tres en su historia-, en la temporada 2006-07 en Altea, sucumbiendo con el protagonista con el que siempre se ha encontrado en las finales para bien o para mal, el FC Barcelona