Drew Donlin, jugador del Abanca Ademar
«Hay un 90% de opciones de que el ejército de Estados Unidos me deje seguir un año más en el Ademar»
Insisten dentro del vestuario ademarista que Drew Donlin es «una máquina de precisión americana» que se toma cada entrenamiento como si de un ejercicio militar se tratarse. Es normal. Lo lleva tatuado en el alma. Capitán de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, vive «un sueño» en León que pretende alargar una temporada más. Una «oportunidad única» de entrenar junto a uno de los técnicos «más prestigiosos del mundo» para lograr que el balonmano gane presencia en su país. «No hay mejor sitio para aprender que el Ademar».
—¿Cómo está siendo la experiencia en el Abanca Ademar?
—Muy buena, me encuentro muy contento aquí y estoy agradecido por esta gran oportunidad porque supone todo un sueño para mí. Un sueño en primer lugar por poder practicar balonmano y después porque la ciudad, la gente y el equipo me encantan.
—Aunque no depende directamente de la directiva ademarista sino del ejército americano, el club ya ha movido ficha para tratar de que siga una temporada más en León. ¿Usted quiere continuar?
—Sí, yo quiero continuar la próxima temporada en León. Estoy muy contento porque el club también quiere que me quede aquí un año más. Pero ahora mismo las cosas son un poco complicadas con el ejército. Yo soy capitán de las Fuerzas Aéreas Norteamericanas y estoy dentro de un programa de atletas de clase mundial para gente del ejército que forma parte de alguna selección nacional. Normalmente, la beca por la que yo llegué al Ademar se suele dar dos o tres años antes de que se disputen unos Juegos Olímpicos. Pero precisamente el lunes estuve hablando con mis jefes en el ejército sobre la posibilidad de ampliar mi estancia aquí y la respuesta fue muy positiva.
—¿Qué porcentaje hay de que le den el sí?
—Ahora mismo están estudiando la propuesta y espero que sea un sí. Te diría que hay un 90% de posibilidades de que continúe en el Ademar la próxima temporada. Hasta ahora la experiencia fue muy buena y ellos tienen en cuenta que soy un ejemplo para otros atletas y jugadores de balonmano de mi país. Ojalá después de mí vengan otros tantos deportistas estadounidenses a España.
—Una de las razones por las que tanto Manolo Cadenas como la directiva quieren que continúe en el club es porque le consideran un ejemplo de disciplina a seguir en cada entrenamiento.
—No sé si soy un ejemplo, pero sí soy consciente de que esta es una gran oportunidad para mí y cada día trabajo para darle lo mejor al equipo y también a los Estados Unidos.
—También sería interesante porque creen que los frutos de su trabajo se verán de forma más clara en la 2020-21.
—Eso es. Cuando vine a León entendí que lo más posible es que no fuese a disputar muchos minutos pero sabía que los entrenamientos del Ademar son ahora mismo de los mejores del mundo porque Manolo (Cadenas) es un entrenador top.
—¿Cómo se fraguó su fichaje por el Ademar?
—Mi seleccionador me dijo que no podía desaprovecharlo, que iba a tener la oportunidad de entrenar con uno de los mejores técnicos del mundo casi todos los días de la semana.
—¿Qué destaca de él?
—Le estoy muy agradecido. Tiene mucha paciencia conmigo. Sé que no tengo la técnica de Jaime u otros compañeros pero quiere que mejore día a día.
—A nivel personal, ¿dónde cree que está mejorando más como jugador?
—Yo diría que en todos los aspectos, pero si tuviera que destacar algo quizá en defensa, que es donde más tiempo le dedicamos porque es mi punto fuerte como jugador. Aunque también en ataque, en los lanzamientos...
—¿Qué le ha llamado la atención de la Liga española?
—Es una competición tremendamente rápida. Cuando el año pasado jugué en Alemania ellos eran muy fuertes físicamente pero en España todo es mucho más rápido, prima el contraataque.
—El equipo ha pegado un pequeño bajón en febrero, sobre todo en la EHF, pero se mantiene segundo en Liga. ¿Qué nota le pone?
—En verano el objetivo que nos marcamos fue el de terminar la Liga en segunda posición y ahora mismo estamos lográndolo pero los próximos meses van a ser muy duros porque La Rioja y Bidasoa están cerca. La EHF fue muy dura pero para mí todo es una gran experiencia, pude jugar algunos minutos aunque lo que me gusta es ganar siempre.
—¿Qué compañero le ha sorprendido más por su calidad?
—Creo que David (Fernández) está teniendo una temporada muy buena. No es una sorpresa para el equipo pero su salto de calidad me impresiona.
—En Estados Unidos, a nivel deportivo, mandan el béisbol, el fútbol americano y el baloncesto. ¿Qué lugar ocupa el balonmano?
—Es un deporte muy minoritario. La gente apenas lo conoce. Piensan que la pelota mano es lo mismo que el balonmano. Sí que es verdad que desde que está la selección poco a poco empieza a tener más visibilidad. Tenemos un nuevo jefe de la federación y nuevo patrocinador que apuestan fuerte para subir el nivel.
—¿Y por qué se decantó por un deporte nada conocido en América del Norte?
—Todo fue cuando entré en la Academia de las Fuerzas Aéreas. Allí los deportes son muy importantes para todos. En un principio intenté entrar en un equipo de fútbol americano y no pudo ser. Luego ojeando numerosos clubes vi el balonmano. No sabía nada de este deporte pero me gustó muchísimo.
—¿Qué opina de las declaraciones que hace poco hizo Jay Cutler, un exjugador de fútbol americano, asegurando que Estados Unidos puede formar una selección con exjugadores de fútbol para ganar la medalla de oro en balonmano?
—Es difícil. Obviamente tenemos muchos deportistas en el top pero creo que es una locura pensar que son capaces de ganar un oro de balonmano. La técnica y la táctica que hay en Europa es complicada de igualar. Yo lo sé bien porque lo vivo a diario. Quizá haya atletas de otras disciplinas que entrenando en Europa al nivel que lo hago yo en el Ademar podrían estar ahí, pero para confeccionar una selección es imposible.
—¿Y qué hará una vez que vuelva a Estados Unidos?
—A corto plazo no lo sé porque tengo una responsabilidad con el ejército. Creo que hay un futuro muy bueno para el balonmano de mi país. Voy a intentar jugar en algún club de allí cuando regrese.
—¿Cómo era su vida antes de llegar a España?
—Vivía en California, cerca de mi familia que está en Minnesota. Me gustaba hace surf con mis amigos y leer. Soy el mayor de cuatro hermanos.
—¿Y en León?
—Estoy estudiando para mi máster de finanzas, necesito tiempo y lo suelo hacer por las noches. Pero en los ratos libres también me apasiona pasear por la ciudad, es preciosa. Tengo muy buena relación con compañeros como Jaime (Fernández), Mario (López) y Rubén (Marchán), entre otros. Hacemos muchos planes juntos. Son un poco como mi familia ya que aquí vivo solo, aunque para mí el estar lejos de mis familiares no es algo nuevo porque llevo fuera de casa desde los 18 años.
—¿Qué otros equipos españoles son una amenaza para el Ademar?
—La Rioja tiene un juego muy bueno y ya lo demostró el pasado viernes contra nosotros en la Copa del Rey. En dos semanas jugaremos contra ellos y será muy duro, son el rival a batir en la lucha por el segundo puesto junto con Bidasoa.
—¿Le sorprendió que España conquistase el pasado Europeo?
—Un poco, porque había otras selecciones más fuertes, pero estoy contento porque lo viví aquí.