El Barça recupera la armonía en clave de Liga de Campeones
Tres semanas le quedan al Barça para confirmar con hechos las buenas intenciones expresadas con palabras por Leo Messi y Quique Setién tras cerrar la Liga con una victoria contundente ante el Alavés (0-5). Ya no le valió para competir el título al Real Madrid, pero sí para mostrar orgullo, espíritu competitivo, la actitud ideal y una voluntad de reconciliación necesaria de cara a ese partido ante el Nápoles en el Camp Nou el sábado 8 de agosto, con una plaza en la Final a 8 de la Liga de Campeones que se disputará en Lisboa en juego.
La buena imagen acabó de golpe con la rumorología de nombres que ya sonaban para sustituir a Setién para ese intento de acabar este curso eterno y complicado con un final feliz.
Messi, que le había señalado el pasado jueves tras caer ante Osasuna (1-2) y despedirse de todas las opciones de ganar la Liga, echó esta vez un cable al entrenador cántabro, primero con una gran actuación para su séptimo Pichichi (25 goles), con récord histórico de asistencias (21), y luego con sus declaraciones, más en plan capitán que nunca, saliendo a dar la cara por segundo partido consecutivo, algo poco común a lo largo de su trayectoria. Y su mensaje fue ahora esperanzador, llamando a remar todos juntos en busca de un objetivo común.