Fútbol | Europa
Una vida extra para Griezmann
El delantero del Barcelona quiere olvidar la mala imagen mostrada durante la Liga ofreciendo su mejor versión ante el Nápoles Setién apostará por él en ataque
La prolongación hasta agosto de esta atípica temporada 2019-20 va a dar una segunda oportunidad de arreglar su primer curso como azulgranas a los dos fichajes estelares que hizo el Barça hace un año: Antoine Griezmann y Frenkie de Jong. El sábado 8 de agosto, el equipo de Quique Setién recibirá al Nápoles en el Camp Nou a las 21.00 horas en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones con una plaza en la Final a 8 de Lisboa en juego tras el 1-1 de San Paolo en la ida disputada hace más de cinco meses, antes del confinamiento por la pandemia del coronavirus.
De Griezmann, autor de aquel lejano gol que por ahora clasifica al Barça, no se puede decir que haya triunfado en su primera temporada en el club, aunque posiblemente sea injusto hablar de fracaso si se compara su caso con el de otras contrataciones mediáticas de los principales competidores. El francés, de 29 años, lleva 15 goles oficiales repartidos de la siguiente forma: nueve en la Liga, dos en la Liga de Campeones, tres en la Copa y uno en la Supercopa de España. Son números pobres para un campeón del mundo con Francia en 2018 que costó 120 millones, la cantidad que figuraba en la cláusula de rescisión que le liberó del Atlético de Madrid. Es la primera vez que no llega, por ejemplo, a los diez goles en Liga, una competición que el Barça no ha podido revalidar tras dos títulos consecutivos y en la que ex colchonero acabó viviendo algunas suplencias significativas por decisión técnica. Se ha llevado ‘palos’, más que Eden Hazard, que le costó 100 millones al Real Madrid y sólo ha logrado un gol, y que Joao Félix, por quien el Atlético abonó 127 millones y ha marcado ocho goles. Al belga le salva la Liga conquistada por su equipo y tiene la coartada de sus lesiones, mientras que el portugués tiene el beneficio de la duda por sus 20 años y los destellos mostrados.
Pero a Griezmann pocos le han defendido. No lo van a hacer, lógicamente, los madridistas como eternos rivales ni los atléticos tras su fuga, pero el francés no ha recibido el cariño ni de los barcelonistas. Es el peaje de ‘La decisión’, el documental con el que dejó plantado al Barça en el verano de 2018, cuando Leo Messi, Luis Suárez y Gerard Piqué se mojaron sobre la conveniencia de su fichaje. Aquello hizo daño en el vestuario del Barça, donde en 2019 ya no fue recibido con los brazos abiertos, uno de los obstáculos que ha tenido que superar. Su encaje, además, costó por motivos deportivos, pues Griezmann siempre jugó con un ariete que le abriera huecos en un 4-4-2. No se ha adaptado a un 4-3-3 en el que muchas veces tenía que desplazarse a la izquierda.
La solución de Setién Setién acabó la Liga encontrando una solución para Griezmann, con una especie de 4-3-2-1 en la que se posicionó más cerca de Luis Suárez y conectó más con Messi. Una lesión muscular acabó con el experimento y le hace ser duda para el Barça-Nápoles, pero si puede jugar lo hará en lo que parece un momento óptimo para él, con más química con sus compañeros y en un dibujo táctico en el que puede explotar sus virtudes.
Con Frenkie de Jong, por quien se pagaron al Ajax 75 millones (más once posibles en variables), sucede algo parecido. Sobre el papel, era un centrocampista con perfil Barça, ideal para un rendimiento inmediato al llegar procedente de un equipo que juega con un estilo similar. Pero nada de eso se ha podido comprobar. A sus 23 años, nadie duda de su calidad técnica y de su potencial físico.
Sin embargo, ya hay dudas sobre si su demarcación ideal debe ser de mediocentro en lugar de Sergio Busquets y no de interior, pues en un jugador muy vistoso con el balón, pero con estadísticas nada brillantes en asistencias y goles a lo largo de su carrera.