Fútbol | Segunda B
La Cultural fuerza salidas sin meter ruido
El equipo leonés pone en el mercado a los futbolistas con las fichas más altas e impide a Leandro, Aitor Fernández y Vicente Romero explicar su situación Ya tomó la misma medida con Dioni Villalba
La Cultural sigue con su línea de no permitir hablar a los futbolistas con las fichas más altas, a los que ha puesto en mercado a falta de menos de una semana para que concluya el plazo para hacer contrataciones, que expira el 5 de octubre.
Si optó primero por esconder a Dioni Villalba y no permitir preguntar al delantero malagueño sobre su futuro inmediato, toma la misma postura para apartar de los focos y de las cuestiones sobre su situación actual, para así evitar que hagan declaraciones incómodas, al guardameta Leandro Montagud, al defensa Aitor Fernández y al centrocampista Vicente Romero. Ni Dioni, ni Leandro, ni Aitor, ni Romero. Bocas tapadas.
El club impone la ley del silencio a los futbolistas con las fichas más elevadas en el aspecto económico, para que no hagan declaraciones a este periódico durante esta semana, antes de que se confirme su más que probable salida del conjunto que entrena David Cabello.
Dinero malgastado
Eso es lo que pretende la entidad culturalista, aunque deben aparecer equipos que al menos igualen las elevadas cantidades que reciben y tienen firmadas en la Cultural.
A parte de Dioni, otros como el guardameta Leandro Montagud, el defensa Aitor Fernández y Samu Araújo, además de los centrocampistas Vicente Romero, Sergio Marcos y Andy Kawaya están en mercado. Sus salidas dependen de las ofertas que lleguen esta semana.
Se construye un equipo nuevo. Renovado. Ya veremos si con las ‘estrellas’, según sea la respuesta en la retirada de abonos de la afición leonesa y más ayuda económica del Ayuntamiento y de la Diputación para mantener sus salarios, como primeras exigencias de Felipe Llamazares para formar un equipo con las mismas aspiraciones de siempre, subir a Segunda División. Lo primero es que no pueden repetirse errores recientes de malgastar muchísimo dinero. Demasiado. Para pagar contratos de seis cifras a futbolistas que se les fichó por tres años y nunca han sudado la camiseta para la Cultural. La gestión para componer plantillas históricas de gasto, que no de resultados deportivos, no hay por donde cogerla. Los desajustes, más que ajustes económicos, traen unas consecuencias que lo está pagando muy caro la Cultural. Sigue dilapidando dinero. La academia catarí rebaja su capacidad económica.
Ahora, tras otro año sin lograr el gran objetivo de ascender al fútbol profesional, los dirigentes de la Cultural pretenden darle impulso al club en lo deportivo, pero con menos dinero. Para ello acallan a las ‘figuras’ para que dejen su dinero y salgan sin meter ruido. Ésta es la estrategia exprés.