El renacer del Real Madrid

Estaba el Real Madrid amenazado por un fiasco sin precedentes en la Liga de Campeones y Zinedine Zidane, de nuevo cuestionado, al borde del abismo, pero el técnico francés volvió a reivindicarse y a salir reforzado en la última jornada de la fase de grupos con la exhibición del equipo blanco frente al Borussia Mönchengladbach. Lo consiguió con el mismo once que se impuso al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, con la única novedad del regreso de Sergio Ramos para volver a capitanear a un equipo que se ha abierto el camino para cuartos de final, aunque este Real Madrid sea capaz de lo mejor y lo peor.

Zidane encontró por fin su equipo A, el que le suele responderle en los momentos críticos y ofrece su versión más aplaudida cuando se asoma al precipicio, y en el que ya no cuentan ni Isco ni Marcelo, mientras un secundario como Lucas Vázquez comienza a hacerse imprescindible para el entrenador marsellés, bien como lateral derecho o como extremo, cuando el jugador gallego aún no ha renovado, como tampoco lo han hecho, ni Sergio Ramos, ni Luka Modric, que dio un recital contra el Mönchengladbach. La frase de Zidane tras la trascendental victoria en San Siro ante el Inter -»Estos jugadores, cuando se ponen, se ponen»-, volvió a evidenciarse el miércoles en un duelo en el que el Madrid dio un salto desde la tercera a la primera posición de su grupo, tras el cual el técnico francés insistió: «Cuando las dificultades son grandes y tenemos que ganar sí o sí, se ponen. Es lo que tenemos».

También se demostró una vez más que Zidane, aunque pretende tener contentos a casi todos sus futbolistas, ya no parece estar dispuesto a arriesgar con tanto cambio y rotaciones peligrosas, sino que con Hazard lesionado apuesta por un equipo tipo, ahora no agota las sustituciones, y sus jugadores responden cuando más exigidos están, aunque frente a rivales inferiores. El próximo lunes conocerá su rival de octavos de final.