El Madrid persigue la cabeza
Sin la magia, inteligencia, personalidad y desequilibrio de Luka Modric, y ante un Granada que asumió mucho menos riesgos en la presión que el de Mendilibar, el Real Madrid no se pareció al que brilló en Eibar pero fue paciente y sigue el pulso con el Atlético de Madrid al encadenar su sexta victoria consecutiva, quinta en la Liga (2-0). Se le discutió a Zidane que apostara por el músculo de Valverde en lugar del croata y no fuera más osado con Odegaard o Isco de inicio, más capacitados que el uruguayo para jugar por detrás de los delanteros, pero salió vencedor de los debates una vez más.
También dice el resultado que acertó en la discutida apuesta por la calidad y templanza de Asensio cuando se lesionó Rodrygo en vez de buscar más vértigo con Vinícius. En un minuto excelso, el balear se reivindicó después de seis suplencias consecutivas con una espuela maravillosa que acabó con el balón en el poste y un preciso centro que convirtió en gol Casemiro. Hasta que Asensio marcó las diferencias que tanto se le reclaman, el campeón fue incapaz de hincarle el diente a un rival trabajado de maravilla por Diego Martínez. Si en Ipurua el Madrid fue un equipo dinámico, capaz de jugar a uno o dos toques y feliz porque disfrutó de espacios, ante un Granada mucho más cerrado se pareció más al de hace unas semanas. Ganó tras sentencia de Benzema y sigue al líder Atlético.