La temporada de caza menor afronta su recta final en León
Las perspectivas en positivo se están cumpliendo en buena parte de la provincia
Un cazador, en el presente ejercicio de caza menor. JESÚS F. SALVADORES
La temporada de caza menor mantiene afronta su recta final, o lo que es lo mismo, sus últimas semanas de actividad regulada. Y lo hace manteniendo un tono en positivo a pesar de la situación que rodea a la sociedad en cuanto a la pandemia del covid de la que la caza tampoco es ajena. Eso sí, a pesar de todo los aficionados, cientos en la provincia, han podido disfrutar de jornadas en clave favorable y esperan seguir haciéndolo hasta que a finales de enero baje el telón la campaña.
Eso sí, podría haber sido mejor en cuanto a las tres piezas estrella (conejo, liebre y perdiz) se puede decir que buena parte de los aficionados a la caza en la provincia leonesa han completado jornadas favorables. Y aún tienen tiempo por delante para poder mejorarlo ya que la campaña baja el telón el 24 de enero de 2021.
En lo referido a las aves, la perdiz es sin duda la estrella y también una pieza que ha podido cobrarse en números más que aceptables a lo largo de estas fechas. También hay que tener en consideración que aunque la cifra puede admitirse como buena no se está dando la situación similar en todos los puntos de la geografía leonesa.
Como en años anteriores los bandos se encuentran bastante localizados por lo que la pericia y el conocimiento del terreno se está convirtiendo en fundamental para que la jornada de caza discurra por derroteros satisfactorios para el cazador.
Si las perspectivas cumplidas en el caso de la perdiz se están realizando o bastante bien, lo mismo ocurre con el conejo. Es cierto que existe una amplia población de este y que también en los últimos años ha bajado un poco, pero también que en buena parte de la orografía provincial su presencia puede calificarse más que notoria. Y eso está dando numerosas jornadas en clave favorable para los cazadores.
Y con el tiempo acompañando al menos hasta el momento (algo que se espera que también ocurra hasta que finalice la temporada de caza menor).
La tercera pieza del puzzle es la liebre. No en cifras como el conejo pero sí en números crecientes respecto a ejercicios pasados, el poder cobrarse una pieza es algo que se está convirtiendo en un reto al alcance de los cazadores más precisos y avezados.
Se espera que para la recta final de la temporada de caza menor la situación sea igual a la de las semanas precedentes para cerrar el ejercicio en positivo.