Eslovenia, rival a priori inferior, se presenta como su primer escollo en el camino hacia la gloria
España, en la hora de la verdad
Hoy es el día. España tiene en sus manos la llave para acabar con la maldición histórica que le persigue en los estrenos mundialistas. Necesita l
Como el fútbol sólo conjuga el tiempo presente, el equipo español debe olvidar el pasado, imponer la lógica, hacer valer su superioridad y desterrar el ya manido temor escénico, ese que desactiva su fútbol en los grandes campeonatos y le convierte en un grupo ramplón, tímido, acocado y cobarde. Como diría Camacho, no valen excusas, hay que ganar, y punto. Sobre el papel sus hombres lo tienen casi todo a favor. En Eslovenia militan futbolistas del montón que sobreviven de los golpes de imaginación de Zahovic, su única estrella sobresaliente. En España, cinco son campeones de Europa con el Madrid, tres fueron semifinalistas con el Barça y dos pertenecen al Valencia, el actual dominador de una de las ligas más fuertes y laureadas del mundo. Desterrar la ansiedad Razones suficientes para desterrar de una vez por todas la ansiedad que produce el primer encuentro de un Mundial y los miedos que atenazan como un mal endémico a los componentes del combinado nacional. Habrá quien se aferrará al inesperado y sorprendente resultado del Senegal-Francia para advertir que ya no quedan cenicientas en el fútbol. Llevará toda la razón. Pero eso no debe significar que los eslovenos tengan que despertar a priori más temores de los deseables. Un análisis superficial de sus líneas sirve para comprobar que Eslovenia tiene aún mucho que aprender asentarse con garantías en la elite mundial. Posee la defensa más débil del grupo, un centro del campo insolente y muy técnico, pero escasamente trabajador, y una delantera en la que Osterc es con su cabeza el clavo ardiendo al que se agarra Katanec para marcar, casi siempre en jugada a balón parado. No llega además con una meta marcada, sino a ver transcurrir los acontecimientos. Y si suena la campana... El conjunto que entrena Katanec sabe cómo tiene que jugar: Aguantará en los primeros minutos y tratará de sorprender en los siguientes. Y si no consigue el premio del gol, el técnico tocará a retirada y se atrincherará sin ningún tipo de tapujo en sus propiedades. ¿Cómo lo hará España? Igual que siempre. Buscando espacios en cuanto el balón llegue al medio campo, para llenar luego la cesta de la compra de Raúl, Valerón y Tristán. En ese tramo final del recorrido tiene España depositada la esperanza del éxito. Por eso este domingo se sabrá si ha sido acertado o, por el contrario, exagerado hacer descansar tanta responsabilidad en el tridente atacante. Y se conocerá también si el estado anímico de su tropa es el más adecuado para afrontar una cita de estas características. Oportunidad de oro En cualquier caso, y aunque nadie se atreva dar una mínima muestra de euforia, todos los datos apuntan a que Corea y Japón se presenta como una oportunidad de oro de consagrar el fútbol español a nivel mundial. Lo dicen Raúl, Valerón, Hierro... Y ha llegado la hora de explicarlo con buen juego y, sobre todo, sin complejos, ante un rival que, según ha reconocido su técnico, «ya hizo su trabajo con clasificarse». España: Iker Casillas; Puyol, Hierro, Nadal, Juanfran; Luis Enrique, Baraja, Valerón, De Pedro; Raúl y Diego Tristán. Eslovenia: Simeunovic; Milinovic, Vugdalic, Knavs; Novak, Ales Ceh, Galic, Pavlin, Zahovic, Rudonja; y Osterc. Campo: Copa del Mundo de Gwangju. Hora: 13.30 hora española.