Francia susurra contra Lemerre

Por primera vez desde su lesión hace una semana, Zinedine Zidane correteó este sábado por separado en el entrenamiento de la selección francesa. La puesta a punto del jugador del Real Madrid para el partido del próximo jueves contra Uruguay es el objetivo prioritario de un combinado en cuyo seno se empiezan a oír críticas a las opciones tácticas del entrenador, Roger Lemerre, según la prensa de París. Zidane acudió a un hospital de Seúl para someterse a una serie de pruebas en un cybex, máquina destinada a hacer trabajar los músculos. Por la tarde correteó al margen del entrenamiento sin forzar ni entrar en contacto con el balón. El médico de la selección francesa, Jean Marcel Ferret, indicó que la lesión en el cuádriceps del muslo izquierdo evoluciona favorablemente y que los dos próximos días serán decisivos. «Vamos a comenzar un trabajo excéntrico del músculo para reforzar la cicatrización. No está descartado que juegue contra Uruguay pero no adoptaremos ningún riesgo», añadió. Más reservado se mostró Lemerre quien consideró prematura una reaparición el próximo jueves. «Me sorprendería que esté listo para el partido contra Uruguay. Hay que ser realista», comentó. Entre las manos mágicas de Philippe Boixel, su osteópata personal, Zidane realiza a diario cuatro a seis horas de sesiones intensivas de tratamiento por campos electromagnéticos, ultrasonidos y masajes así como de trabajo en una piscina. La prensa ataca Si se hace caso a los enviados especiales de la prensa parisina, el fiasco ante Senegal ha abierto una corriente de crisis en el vestuario francés. L''Equipe y Le Parisien aseguran que jugadores influyentes ponen en tela de juicio el sistema empleado por Lemerre. El 4-2-3-1 fue abandonado tras el fracaso ante la España de Camacho el 28 de marzo de 2001. Los líderes del vestuario reclaman el regreso al dispositivo con tres medios centros: Makelele, junto a Petit y Vieira.