OPINIÓN Xabier Azkargorta
Con el corazón partido
Esperaba con impaciencia el partido de Inglaterra. Beckham sobre el terreno de juego, Vassel acompañando a Owen y Heskey escorado hacia la banda izquierda. En el banquillo, Eriksson, un sueco, que estaría con el corazón partido, dirigiendo a los ingleses contra Suecia, que tiene una dupla en la dirección, Soderberg y Lagerback. Los ''vikingos'' siguen acosando a los ingleses. A los diez minutos no pasaba nada, algún detalle de Beckham, una dureza de Campell y mucha seriedad en el juego. A los veinte el partido era espeso, con mucho plomo en las piernas cuando en un saque de esquina Beckham demostró que no tenía plomo, ni siquiera la escayola, en su pié y colocó un balón en el centro del área pequeña que el portero Hedman no acertó a despejar y Sol Campbell cabeceó con fuerza a la red. Se animó Inglaterra, dudó Suecia y el partido mejoró en intensidad. Un latigazo del lateral Cole preocupó un poco al portero sueco, respondiendo poco más tarde el equipo nórdico con un disparo tímido de Allback. Bajo el ritmo Inglaterra en los últimos instantes de la primera parte esperando el descanso y aprovechó Suecia para asomarse al área de Seaman pero con más compromiso que peligro. Se inició la segunda parte de forma impresionante, todos los hinchas ingleses cantando el himno y que Mills apagó con un disparo muy flojo a las manos del portero. Una fea entrada de Scholes calentó el partido pero la cosa no fue a mayores y a medida que avanzaba el partido me fueron entrando algunas dudas sobre el juego inglés. Creo que en defensa y en ataque están bastante bien pero en el centro del campo carecen de un jugador organizador, alguien que marque las pausas y el ritmo del juego. Scholes y Hargreaves son trabajadores y se empeñan en las labores de presión y robo de balón, pero no tienen la claridad que se necesita en la distribución. En las bandas, Heskey aparece un poco fuera de lugar mientras en la derecha Beckham sigue siendo más ejecutor que gestor. Cuando Inglaterra se enfrente a equipos que muevan el balón en el centro del campo tendrá problemas. Estaba yo con estas reflexiones cuando un exceso de confianza de Mills permitió un duro disparo de Alexandersson que empató el partido. Más que un premio para Suecia parecía un castigo para Inglaterra. Quedaron tocados los de la pérfida Albión mientras los ''vikingos'' se animaron. Se fue Beckham, salió Dyer y falló Lucic la ocasión del partido. Owen y Vassel tenían mucho apetito pero muy poca alimentación desde el centro del campo por lo que intentaron las acciones individuales con poco éxito. Se fue Vassel y salió el otro Cole, Joe y volvió Heskey a posiciones más ofensivas. El miedo a perder se apoderó de los dos equipos y el poco juego que había desapareció, mientras surgía un cierto conformismo ante el empate. Otro error de la defensa inglesa permitió una ocasión clara a Larsson que no aprovechó y que seguro partió de nuevo el corazón sueco del seleccionador inglés.