MOTOCICLISMO
La saga Nieto brilló en Italia
Un Nieto, Pablo, hijo del campeón Ángel Nieto, volvió a subirse al podio 16 años después de que su padre lo hiciese por última vez en el G.P. de Francia que se disputó en el circuito de Le Castellet el 20 de julio de 1986, en la cat
Pablo Nieto protagonizó una carrera para «quitarse el sombrero», salió desde la penúltima fila debido a los constantes gripajes de su moto, lo que motivó que literalmente le cambiasen el motor entero para la carrera de hoy y la iniciativa surtió su efecto. Tras comprobar en las pruebas libres matinales que la reparación de su Master Aprilia había sido un éxito, Pablo Nieto se sintió con fuerzas de hacer «algo bonito» y ya en la primera vuelta era decimocuarto y eso que había partido desde la vigésimo sexta posición. Desde ahí hasta el liderato de la carrera sólo era cuestión de tiempo. Y así fue, pues Pablo llegó a comandar la misma e incluso abrió un pequeño hueco con sus rivales, pero un susto que casi le hace caer al suelo le hizo ralentizar el ritmo y volvió a ser cazado. Como sucede habitualmente el triunfo se iba a disputar en la última vuelta pero Manuel Poggiali (Gilera) estuvo muy fino y supo doblegar a sus rivales lo justo para ganar. Pablo Nieto mereció la victoria sin ningún genero de dudas y, sin embargo, al final tuvo que conformarse con la tercera plaza por apenas cinco milésimas de segundo respecto a su ex-compañero en Derbi, el japonés Youichi Ui, pero lo más importante es que este primer podio de su carrera deportiva le da la moral que le hacía falta para estar delante a cada gran premio después de ser los más rápidos en entrenamientos casi en cada cita mundialista. La guinda para la saga Nieto la puso su primo Alfonso González, «Fonsi», que tuvo problemas iniciales en la carrera de 250 c.c., pero en cuanto consumió combustible en su moto y la moto fue «más ligera» en el tren delantero, comenzó una remontada que le llevó hasta la tercera plaza final y, de haber un par de centenares más de metros por delante, incluso podría haber puesto en aprietos a Locatelli. Lástima que para subirse al podio en Mugello «Fonsi» tuviese que apear del mismo a su propio compañero de escudería, Antonio Elías, que luchó hasta el final con el grupo de cabeza y demostró que ya es una figura consolidada del cuarto de litro, después de dar los recitales que protagonizó el pasado año en los 125 c.c. Checa, indignado con Yamaha Carlos Checa tenía la convicción de que si su Yamaha M-1 iba bien podía incluso ganar la prueba de MotoGP, pero los problemas que tuvo en entrenamientos al romper varios motores no terminaron de desaparecer en la carrera -en las pruebas libres matinales todavía dieron coletazos- y eso condicionó su rendimiento cuando en la última vuelta tuvo que luchar por la tercera plaza, que perdió, con el japonés Tohru Ukawa. Checa se bajó de la moto indignado y muy molesto con el trato de Yamaha y no dudó en señalar que la moto de Biaggi era muy diferente a la suya y que las cosas no podían seguir así. El por lo menos acabó, pues los problemas mecánicos de Sete Gibernau en entrenamientos con la Suzuki tuvieron su continuación en carrera y primero se salió de pista intentando aguantar un buen ritmo y luego acabó por retirarse.